Una pieza del motociclismo inspirada en los aviones de combate.
Si te gustan las motos y también te gustan los aviones esta BMW R 18 Iron Annie es sin lugar a dudas tu moto ideal. Con una inspiración muy marcada en el mítico Junkers Ju 52 de la década de 1930, esta moto preparada es capaz de hacer las delicias de los amantes del custom más elaborado y elegante.
Conseguir la inspiración necesaria para construir una moto no es siempre fácil, pero los creadores de esta BMW R 18 Iron Annie lo tuvieron muy claro desde el principio. Pocos aviones hay más míticos de los años 30 del pasado siglo que el trimotor Junkers Ju 52. Pero esta BMW no se queda en un simple homenaje al modelo, ya que se basa en una unidad en concreto que voló para Lufthansa en 1936 y que luego estuvo en activo en Estados Unidos desde 1970 hasta 1984 bajo la propiedad de Martin Caidin, que lo bautizó como Iron Annie.
Fue esta unidad la que inspiró a uno de los clientes de VTR Customs en Suiza para construir la brutal moto que aparece sobre estas líneas. Desde luego, el estilo aéreo está muy presente en esta customización con detalles como el medidor del combustible, los cierres rápidos de los paneles o el uso del aluminio corrugado en algunas zonas. También se procedió a desmontar el motor y pintarlo de negro, de la misma manera que todas las piezas cromadas y la horquilla.
La BMW R 18 Iron Annie es toda una obra de artesanía
Además de estos detalles, la horquilla delantera se acortó en 7 centímetros, añadiendo llantas de 21 y 18 pulgadas. Así mismo, se cambiaron las bombas de freno y de embrague por unas Magura HC3, recibiendo también un especial cuidado el diseño del velocímetro.
Sin lugar a dudas, uno de los detalles más llamativos de la BMW R 18 Iron Annie es su cubierta de los escapes con branquias para la evacuación del calor producido. Por supuesto, el otro es el esquema de pintura utilizado, que da una estética espectacular a la moto. Por último, el toque de las ópticas LED –en especial de las traseras con un estilo minimalista y muy moderno perfectamente integradas en el colín- y el asiento de piel aportan un plus a esta brutal preparación.
