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Hank Arriazola: Perdido en el tiempo y el espacio

Nuestro amigo Hank Arriazola visitó la redacción de Boxer Motors

Perdido en el tiempo y el espacio

Nuestro amigo Hank Arriazola visitó la redacción de Boxer Motors, para hablarnos de su último viaje por África y del camino que tuvo que recorrer para llegar al medio millón de millas en su R 1100GS.

Una vida en medio millón de millas

BM: ¿Cómo ha sido el camino para llegar al medio millón de millas (814 mil kilómetros) a bordo de tu R 1100 GS?

H.A: Es un milagro, por un lado, no pensé cuando la compré que quería verla a 100 ó 200 ó 300 mil, eso ha sido en 20 años ó 18 años. No me gusta decir que monto la moto de las ocho de la mañana hasta las diez de la noche, por hacer un trámite largo. Para mí el viaje en moto es para conocer gente, culturas.

BM: ¿En qué tiempo has acumulado este medio millón de millas?

H.A.: En 18 años. Es increíble porque la moto tiene mucha historia. La moto y yo hemos ido camino por camino y persona por persona.

BM: ¿Por qué BMW como tu elección, qué ventajas te da esa marca?

H.A.: La primera BMW que compré fue la K100 RS 85, cuando salió, y esa es la única moto “coche-troca” que he comprado nueva. La compré en el 85 y nunca se me olvida que le conté a mi papá y se volvió loco.

BM: ¿Todavía la tienes?

H.A.:Todavía la tengo. Luego viene el concepto GS, que es la moto mundial, porque es como una pick-up, puedes andar en el asfalto, en calles de tierra, nada se te dificulta y comencé a querer ese tipo de motos. Al fin en el noventa y seis pude lograr la que tengo ahorita.

Me costó comprarla, pero nunca se me olvidaba que con esa iba a viajar y entonces me metí la fantasía de ir a Guatemala. Me tardé unos cuantos años, pero al fin viajé un poquito. Sin embargo, todo comenzó con México.

BM: ¿Qué opinas, como hispanohablante, de la cantidad de españoles viajeros en moto alrededor del planeta, de gente como el señor Miquel, Gustavo Cuervo o Alicia? ¿A qué se deberá el hambre que tienen de ganar kilómetros y explorar?

H.A.: No sé, pero admiro que tengan esa pasión. Yo también la tengo, un poco más calmadita, pero sí, tienen un fuego. A Miquel lo he visto en sus videos, en sus entrevistas y tiene pasión en lo que quiere hacer.

BM: ¿Cómo sobrevive uno, cómo es el balance, quién te patrocina?

H.A.: Ése es mi problema, nadie me patrocina, todo es por mi cuenta. A todos les recomiendo que lo hagan por pasión, no porque quieran fama y decir: “Yo llegué de México a Ushuaia en 30 días”. No se trata de patrocinio, se trata de pasión y es lo que me impulsa. Me cuesta mucho porque debo cerrar el taller, pero me encanta seguir conociendo lugares.

Ahora todo es un instante

BM: ¿Cómo decides la manera de emprender un viaje, tienes proyectos establecidos?

H.A.: Son muy al aire libre, tengo una idea, tengo un concepto. Me he enseñado que no es fácil hacer un viaje, porque nunca funcionan las cosas como piensas. Siempre que viajo tengo la idea de querer ir a conocer esta zona, esta área, a veces llego y no me gusta, así que sigo más adelante. A veces me quedo ahí porque la gente o la cultura es muy interesante.

BM: ¿Dónde y durante cuánto tiempo es lo máximo que has estado afuera en la carretera explorando?

H.A.: Argentina, durante seis meses. Desafortunadamente, para mí, tengo que trabajar, unos se van dos o tres años. Yo vuelvo al trabajo y sigo el viaje. Poco a poco vuelvo a ver todo el mundo y se le pega al medio millón de millas. ¿Tiene nombre la moto? No, realmente no, varios amigos le dan diferentes nombres. La placa es 007GS, mis amigos le dicen “la Bond” y otros le dicen “La Poderosa”.

BM: ¿Te interesaría tener un cambio de moto?

H.A.: Sí, todo el tiempo pienso en algo más. Obviamente, las tecnologías son increíbles, las motos son más ligeras, pero el costo es alto. Preferiría gastar 25 mil dólares para viajar tres o cuatro años.

BM: ¿Te consideras un motociclista y fotógrafo de la vieja guardia?

H.A.: Sí, porque ahora todo es un instante. Yo estoy al revés, cuando tomo una foto, me concentro en ella, porque es la que te explica el ambiente. Como en Ecuador, donde tomé la foto de unas señoras bien bonitas trabajando en el campo, pero bien cansadas, los cuerpos se ven cansados y eso solo lo ves en una foto en la que te puedes concentrar con paciencia y no como en Facebook o Instagram que en una cambiada vas a otra y a otra.

BM: Hablas inglés y español perfectamente, ¿compartes raíces mexicanas?

H.A.: Mis abuelos por lado de mi papá son de Matehuala y por el lado de mi mamá son de Matamoros.

BM: ¿Cuál es tu lugar preferido de México?

H.A.: Real de Catorce me encanta, es como estar 100 años atrás y muy tranquilo. Me gusta Chiapas, por las montañas, las colinas, por la cultura y los colores de la gente indígena, no hay un lugar en México que no me guste.

Sin unos buenos fierros la aventura es peligrosa

BM: Es importante, también platicar y compartir con el público el hecho de que eres fotógrafo, pero además tienes instalado en Texas un taller mecánico.

H.A.: Tengo clientes o viajeros que llegan conmigo y veo las pobres motos y digo: ¿Cómo llegó aquí? Porque las ruedas se están cayendo. Para mí, descuidar la motocicleta es un problema, por ejemplo, ahora que anduve en África, la golpiza en el camino es tan dura que la moto comenzó a hacer unos ruidos que sé, no son normales. Ese ruido me empezó a molestar porque algo no está bien y no puedo concentrarme o relajarme en el viaje.

BM: ¿Tu taller opera normalmente? ¿Ahorita hay gente que lo está atendiendo?

H.A.: No, el taller es una persona que soy yo. Y mis clientes ya me conocen, hay veces que me llaman y yo estoy en Guatemala, o en Panamá. Ahorita trato de no escaparme por mucho tiempo. Ofrecer un servicio personalizado. Es un trabajo muy personal porque cuando trabajo en una moto es como si fuera mía, con paciencia y con cuidado, además yo soy el único responsable. Si me hablan y me dicen que se quedó la moto en medio de la nada, entonces es mi culpa, por eso vienen conmigo, porque es algo personal.

BM: Sabemos que ayudas a riders con sus viajes, ¿los orientas y les das tips para el viaje?

H.A.: Así es, tengo contacto con muchos viajeros que van comenzando sus viajes. No hace mucho tuve una pareja de Australia conmigo y les preparé la moto. Estaban muy nerviosos porque no conocían Latinoamérica y les enseñé cómo preparar sus documentos para las fronteras.

La realidad es, que muchos se asustan con México. Yo les enseño mis fotos de las áreas y el 100% se tranquiliza. Cuando viajan hacia acá ya saben qué conocer y qué esperar.

BM: ¿Cómo te pueden encontrar y comunicarse contigo?

H.A.: En mi sitio web, lo renové y ahorita tengo una parte para fotografías donde las voy cambiando, por ejemplo, en el viaje por África tomé como ocho mil fotos, y en otro de mis recorridos tomé alrededor de seis mil.

El contador avanza, la aventura continua

BM: Hank, hace poco, escribiste un texto titulado “Lost in place and time”. ¿Qué significa para ti el concepto de perderse en lugar y tiempo?

H.A.: En una ocasión estaba en Real de Catorce y no sabía si estaba en Real o en Buenos Aires o en Antigua. Me gusta esa sensación. Las primeras dos semanas no te concentras en el viaje, porque traes pensamientos de la casa o del negocio, pero llega el punto en que despiertas y no sabes dónde estás. El estrés se te fue y solo te concentras en dónde estás.

BM: ¿Qué planes tienes para el 2015?

H.A.: Ir a Alemania a conocer un poquito. No conozco muy bien Europa. He estado más en Latinoamérica y ahora estando en África me quedé con las ganas de seguir para arriba. Obviamente, ahorita no se puede ir al norte de África, pero quiero regresar y subir a Europa o al revés.

BM: Hank, sabemos que tienes un libro, cuéntanos sobre ese proyecto.

H.A.: Sí, ese lo escribí en el 2007 y desde entonces tengo muchísimas fotos para otro libro, es cuestión de sentarme y organizarme.

BM: ¿Tienes planeado publicar otro libro?

H.A.: Sí, he comenzado, pero batallo en la manera de como arrancarlo. Me gusta cómo se sienten los libros, es más personal que ver las imágenes en una pantalla.

“A lo largo de los años he viajado por México y América Central en motocicleta, descubriendo el país y la gente.”

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