Desde el 2019, el Club Bmw Motorrad Club Guatemala, nos invitó a participar en su convención, como delegados de la BMWCLAF, lo cual aceptamos con gran gusto y planeamos el viaje para llevarlo a cabo en febrero del 2020.
El pasado 18 de febrero, volamos a la ciudad de Guatemala, Javier Noyola y un servidor, como parte de la mesa directiva de la BMW Clubs Latin America Federation, para participar en la REU 2020, IX Convención Internacional BMW Motorrad Club Guatemala, en Retalhuleu, Guatemala, actividad que año con año gana más y más adeptos, siendo la mayor concentración de motociclistas amantes de la marca BMW a nivel de Centroamérica y el Caribe, con más de 215 participantes este año.
El 18 de febrero, nos recogió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Guatemala, La Aurora, Julio Reyes, Presidente de BMW Clubs Latin America Federation. De ahí, nos llevó al Club de Empresarios, ubicado en un edificio del sector financiero y de negocios. En uno de los pisos más altos, con una vista increíble de la ciudad de Guatemala, nos invitó a comer, en un salón, que se adecuó para trabajar en temas de la BMW CLAF, ahí se nos unió Ricardo Crowe, tesorero de la misma, ahora que estábamos reunidos varios miembros de la mesa directiva, y en calidad también de comité de tesorería de la BMW CLAF.
En un ambiente relajado y ameno, analizamos y revisamos diversos temas pendientes relacionados con el presente y futuro de la Federación Latinoamericana de Clubs BMW. Hicimos un repaso sobre las actividades a desarrollar este 2020 y platicamos sobre todo lo relacionado con nuestra XII Convención Latinoamerica, que tendrá lugar en Múnich, Alemania este octubre de 2020, y sobre otros temas de nuestra entidad.
En la noche, nos dejaron en el hotel para descansar, porque al día siguiente 19 de febrero, saldríamos por carretera hacia la sede de la convención, Hostales Del Irtra, en Retalhuleo Guatemala.
El recorrido lo hicimos en el vehículo de Julio Reyes, una BMW X5M superconfortable, veloz y versatil, debido a que ambos estábamos recuperándonos de leves accidentes y preferimos no aceptar las motocicletas que nos ofrecían para desplazarnos. Las carreteras y los paisajes eran muy interesantes, con gran riqueza de imágenes en un país muy bello y original. Salimos de la ciudad de Guatemala por carretera hacia la costa sur, donde tomamos la autopista a Escuinta para luego atravesar los departamentos de Suchitepequez – Tierra del Mango – y dirigirnos a Retalhuleu, departamento ubicado a 185 kms de la capital. Ahí se encuentran el parque temático más grande de Latinoamérica, Hostales del Irtra lugar sede de la IX Convención Internacional BMW Motorrad Club Guatemala.
Finalmente, llegamos a la sede, un sitio excepcional, con una naturaleza impresionante: árboles, jardines, vegetación imponente, que envuelve un complejo de edificios cuya arquitectura destaca no solo por su diseño, sino por el nivel de mantenimiento impecable. Es un complejo que se creó para beneficio y apoyo a los trabajadores, administrado por empresarios de Guatemala. Nos recibieron en la entrada, con una deliciosa y fresca limonada. Ya tenían nuestro prerregistro y de inmediato nos indicaron el proceso para ir a nuestras habitaciones, para después recorrer el área hasta llegar a la zona en que se realizaba el registro.
Después de instalarnos en un edificio con arquitectura polinesia, atravesamos jardines y amenidades, hasta llegar al inmueble de registro, que estaba muy bien ambientado, con motocicletas BMW en la parte exterior y algunos banners y lonas identificando la marca BMW, el logo del club anfitrión, además de otros patrocinadores, en el marco de amplios y muy cuidados jardines.
Dentro se tenía exhibición de productos y servicios para motociclistas, atención inmediata con bebidas y el registro muy rápido, dinámico y eficiente, en el que nos entregaron un kit de bienvenida, con toda clase de materiales didácticos, promocionales, culturales y hasta algunos bocadillos, además de una amplia y documentada explicación sobre todas las características y detalles de la logística para los diversos eventos y actividades a realizar en los próximos días.
En la noche, fue el cóctel de bienvenida, en la planta alta de la misma ubicación, un salón muy bien montado como estancia para convivir. Al dar la bienvenida se recibió a todos los clubes de los diferentes países; en un gran ejemplo de diplomacia, se invitó a pasar al frente a un representante de cada país, con su bandera.
Atendidos todo el tiempo con bebidas y bocadillos, fue una velada que animó la convivencia y rompió el hielo. El club anfitrión, definitivamente, puso atención muy especial en los detalles que hacen la gran diferencia entre hacer las cosas bien y ser unos anfitriones de excelencia.
Aquí se vio la razón de participar en las actividades de una entidad transnacional, que agrupa diferentes países, con la valiosa posibilidad que se tiene de interactuar con personas de otras sociedades y culturas. Este es uno de los beneficios que nos da la pasión por nuestro hobby en la forma estructurada y organizada en la que pertenecemos a una red de clubes oficiales a ni- vel latinoamericano.
Nuevos amigos, viejas historias, planes para los siguientes días. Terminó la velada y cada quien se fue a descansar, para al día siguiente iniciar la acción.
El jueves 20, el desayuno se sirvió de las seis a las ocho de la mañana, en el restaurante “Kapa Hapa”. En el kit de bienvenida estaban los boletos que se tenían que entregar para poder desayunar. Un bufete inmejorable, en el “Kapa Hapa” cuyas mesas, muy grandes, son compartidas, lo cual una vez más fomentó y mejoró la convivencia, así como posibilidad de conocer a miembros de otros clubes y países.
A las ocho treinta, en absoluto orden y organización, fue la primera salida a la ruta del lago con grupos guiados por miembros del club anfitrión. Desde el estacionamiento, los organizadores fueron creando pequeños grupos, a fin de que tuvieran más posibilidades de coordinarse, tener organización y una logística que fuera más segura para todos.
Cada cinco minutos salía otro contingente. Esto permitió que todos los cientos de motocicletas que asistieron a este evento pudieran realizar los recorridos con saldo blanco hacia el hotel San Lucas Tomilán, ubicado junto al lago de Atitlán, el más bello del mundo, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Ahí hubo un delicioso almuerzo, que nos facilitó poder descansar, retomar energía, conocer y convivir con más asistentes.
A las cuatro empezó el regreso a la sede, para poder, en la tarde, ir libremente al salón Corozos a ver a los patrocinadores y proveedores, con buenas oportunidades y opciones de adquirir productos o servicios especializados.
La atención resultó impecable en todo momento, pues se nos ofrecieron bebidas y bocadillos, propiciando una intensa interacción con los miembros de muchos clubes presentes en este evento.
La participación del club anfitrión, como siempre, fue inmejorable, siempre ayudando a que se generara nuevas relaciones, nuevas amistades y más.
El viernes 21, después del desayuno, fue la salida a la ruta cultural. Hubo un almuerzo en el Centro de Convenciones Salcaja, un edificio nuevo, muy importante, adonde nos acompañó el Presidente Municipal, Lic. Miguel Ovalle, quien nos brindó el almuerzo ceremonial típico del lugar y nos explicó por qué habían erigido un edificio de esas dimensiones y características. Un día antes, el Presidente de la República de Guatemala, había estado en este mismo inmueble para sostener una reunión con todo su gabinete presidencial, junto a personajes distinguidos del occidente de Guatemala, para conocer y atender las necesidades de la zona.
Tuvimos una convivencia increíble, en un evento con comida típica. Las señoritas que nos atendían sirviendo las mesas, iban vestidas con trajes típicos y aquí realmente la interacción con la cultura y con la artesanía fue muy buena.
Visitamos la iglesia de en donde se tomó la foto oficial, un templo histórico, lleno de magia y fuerza.
Después regresamos a los Hostales Del Irtra y en la noche hubo una fiesta de veras memorable en una zona reservada exclusivamente para la ocasión y que forma parte de la réplica de París, dentro del parque de diversiones que también está dentro del Complejo De Irtra, en una sección llamada Plaza Francia del Parque Xetulul, que se compone por réplicas de las principales ciudades del mundo, con sus principales edificios en tamaño real. Hay la reproducción de una plaza parisina, rodeada de edificios de la capital gala. Ahí se instalaron mesas y una pista, en uno de los montajes más encantadores y elegantes en el que yo he participado en el mundo del motociclismo BMW. Absolutamente, todos los detalles estaban tomados en cuenta; el club anfitrión nos recibió personalmente y nos ubicó en cada una de las mesas reservadas VIP. El montaje era impecable. Me llamaron mucho la atención la capacidad diplomática y la gran educación de los miembros de este club, porque ninguno de ellos se sentó ni empezó a disfrutar de la velada hasta que absolutamente todos y cada uno de los invitados estábamos en el lugar que teníamos asignado, y ya se nos estaba atendiendo por el personal de servicio, cultura que fue forjado por el Lic. Julio Reyes, primer presidente y fundador de dicho club en Guatemala, mismo que perdura hasta la fecha para brindar a los asistentes la atención que se merecen. Obviamente, todo esto amenizado por un grupo musical que no tiene posibilidad de mejorarse. Con su talento musical nos llevó a través de un largo recorrido cultural, de los 60, 70, 80 y 90, lo cual encendió los ánimos y enardeció los corazones.
Un evento logrado con una gran calidad y una gran armonía, que facilitó una convivencia de muy buen nivel. La cena deliciosa, con una gran selección del menú bufete, para todos los gustos, y bebidas de todo tipo.
Hay que reconocer a la Junta Directiva actual del club al momento de organizar esta actividad, pues, además de asegurarse cumplir con los estándares de BMW, contó en todo momento con la guía puntual de BMW CLAF, a través de nuestro presidente, Lic. Julio Reyes cuando surgía alguna duda. Esto garantizó un evento de calidad mundial BMW.
Fue una velada emotiva, en especial cuando Rafael Asturias, actual presidente del club anfitrión, dirigió unas palabras; posteriormente Julio Reyes, el presidente de BMW Clubs Latin America Federation, agradeció la realización del evento. Aquí se ve a la fraternidad presente, lo importante de la convivencia, el compartir y la hermandad entre todos los que tenemos una sola pasión, que es el motociclismo BMW.
Absolutamente, todos los detalles estaban tomados en cuenta; el club anfitrión nos recibió personalmente y nos ubicó en cada una de las mesas reservadas VIP. El montaje era impecable. Me llamaron mucho la atención la capacidad diplomática y la gran educación de los miembros de este club, porque ninguno de ellos se sentó ni empezó a disfrutar de la velada hasta que absolutamente todos y cada uno de los invitados estábamos en el lugar que teníamos asignado, y ya se nos estaba atendiendo por el personal de servicio, cultura que fue forjado por el Lic. Julio Reyes, primer presidente y fundador de dicho club en Guatemala, mismo que perdura hasta la fecha para brindar a los asistentes la atención que se merecen.
Obviamente, todo esto amenizado por un grupo musical que no tiene posibilidad de mejorarse. Con su talento musical nos llevó a través de un largo recorrido cultural, de los 60, 70, 80 y 90, lo cual encendió los ánimos y enardeció los corazones.
Un evento logrado con una gran calidad y una gran armonía, que facilitó una convivencia de muy buen nivel. La cena deliciosa, con una gran selección del menú bufete, para todos los gustos, y bebidas de todo tipo.
Hay que reconocer a la Junta Directiva actual del club al momento de organizar esta actividad, pues, además de asegurarse cumplir con los estándares de BMW, contó en todo momento con la guía puntual de BMW CLAF, a través de nuestro presidente, Lic. Julio Reyes cuando surgía alguna duda. Esto garantizó un evento de calidad mundial BMW.
Fue una velada emotiva, en especial cuando Rafael Asturias, actual presidente del club anfitrión, dirigió una palabra; posteriormente Julio Reyes, el presidente de BMW Clubs Latin America Federation, agradeció la realización del evento. Aquí se ve a la fraternidad presente, lo importante de la convivencia, el compartir y la hermandad entre todos los que tenemos una sola pasión, que es el motociclismo BMW.
El sábado 22, el desayuno fue libre. Desde las 10 de la mañana hasta la tarde era para conocer y aprovechar los parques temáticos del complejo: el parque de diversiones, el parque acuático y el parque recreativo, fueron visitados por todos los asistentes para poder descansar y conocer un poco más de la belleza de este conjunto, que yo podría comparar con un Disneyland latinoamericano que tiene mucho que ofrecer y que demuestra la gran calidad y el gran cariño que han puesto los guatemaltecos para tener esta infraestructura que compite a nivel mundial.
Desde las seis de la tarde y hasta las 10 de la noche, se tuvo otra convivencia alrededor de una fogata guatemalteca; hubo rifas y la clausura de esta convención, una de las mejores a las que yo he asistido y que recordaré por siempre.
Hay que ir cada año, fortalecer los lazos y darle forma a este evento en el que se conjuntan la amistad y la pasión por el motociclismo BMW; la buena recepción de un país centroamericano al que llegan desde en toda la región latinoamericana, Europa, EUA y Canadá, motociclistas BMW con la intención de convivir y generar relaciones de amistad con diversos compañeros de todo el continente, gracias al Club BMW Motorrad Club Guatemala, anfitrión ¡Son increíbles!
