La R32 de BMW se presentó en 1923, en un salón alemán en el que competía con más de 1,340 marcas, pero probablemente fue una de las motocicletas que garantizaban el éxito, ya que después de fabricar motores industriales, la casa BMW utilizaba materiales de aleación ligera para sus motocicletas, los cuales prometían fiabilidad; quizás fue una de las motos más avanzadas por su diseño, construcción y confiabilidad.
Entre sus características destacaban el cuadro, que consistía en un doble tubo de acero arqueado que se recorría paralelamente. El motor bóxer, ubicado en la parte inferior del cuadro, bajaba el centro de gravedad y mejoraba el manejo.
La horquilla delantera tenía un diseño de eslabón de arrastre que se encontraba suspendido por un resorte de hoja, muy similar a las horquillas utilizadas por las “Indian” en ese momento.
Fue la primera motocicleta fabricada por BMW con una “llanta falsa”, ya que no tenía cadena en la rueda trasera, por lo que no había transmisión entre el motor y la caja de cambios. Las varillas y los resortes de las válvulas fueron sellados en la parte superior de los cilindros, aislándolos de aceite y polvo. En conjunción con un sistema sellado de lubricante, esto sirvió para tener una moto limpia y facilitó el mantenimiento en todo momento. La pintura negra era sometida a un proceso de calentamiento en horno, y con sus líneas blancas, se fijó un nuevo estándar de calidad en el terminado de las motocicletas.
La R32 estableció el diseño del tren motor del bóxer gemelo, de transmisión por eje que BMW usaría hasta el presente. BMW usó transmisiones de eje en todas sus motocicletas hasta la introducción del F650 en 1994 y continúa utilizándolas en sus modelos boxer-twin.