Por primera vez en la industria automotriz, BMW Group está utilizando desechos marítimos reciclados para la producción de piezas de moldura visibles en el proceso de moldeo por inyección.
El equivalente alrededor de 35 contenedores de envío de desechos plásticos termina en los mares y océanos cada hora. Las botellas de plástico, las tazas de café, las bolsas y las viejas redes de pesca ejercen una gran presión sobre el agua. La contaminación de los mares por los llamados plásticos oceánicos es un desafío creciente en muchas regiones del mundo. BMW Group está trabajando de manera preventiva y adquiere redes y cuerdas de los puertos para evitar que las redes de pesca se desechen en el mar. Un proceso de reciclaje exclusivo permite el procesamiento en un reciclado de plástico, que ahora se utiliza en un proceso de moldeo por inyección para la producción de piezas de moldura visibles. Esto es único en la industria automotriz.
“Los reciclados tienen una emisión de CO₂ mucho menor en su producción, lo que reduce la huella de carbono, y nuestro objetivo es poder reciclar completamente todos los productos al final”, dice Roberto Rossetti, Jefe de Ciclo de Vida del Vehículo y Sostenibilidad del Producto de BMW. Grupo. “Con respecto a los materiales, se trata de materiales preparados para el futuro. Realizamos investigaciones en nuestros propios laboratorios, trabajamos junto con nuevas empresas y hablamos con representantes de la industria del reciclaje”.
En cooperación con la empresa danesa PLASTIX, BMW Group dará un paso más en el reciclaje de residuos plásticos marítimos. Después de separarlas según el tipo, las redes de pesca se transforman en plástico reciclado en un proceso innovador. Si bien el plástico marítimo reciclado hasta ahora solo se ha utilizado en la industria automotriz en forma de fibras para nuevos componentes de vehículos, este reciclado se puede usar en el proceso de moldeo por inyección por primera vez.