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EL AB… S DE LOS FRENOS

La seguridad es uno de los aspectos más importantes para los motociclistas, y estos asocian dicha sensación al sistema de frenos.

Por eso no es extraño que muchos prefieran una moto con freno de disco que una con freno de tambor, en vista de que los primeros tienen un sistema de frenado más eficaz y preciso. Sin embargo, desde hace un tiempo algunas marcas vienen equipando sus modelos con unos frenos de discos “lobulados” o “wave”, en lugar de los discos convencionales.

En Boxer Motors sabemos que son pocos los motociclistas que conocen las destacadas bondades de los discos lobulados. Para empezar, una moto equipada con este tipo de componentes produce menos calentamiento, pues la hoja del disco, al ser lobulada, permanece menos tiempo en contacto con la pastilla. Por ende, las probabilidades de que se cristalice, produzca ruido y pierda precisión en el frenado disminuyen si la comparamos con un sistema de frenos convencional.

Otro beneficio que ofrece un sistema de frenos equipado con disco lobulado, es que evita la incrustación de elementos extraños (partículas) en las pastillas, gracias a las ondas que existen en su hoja y a la fuerza centrífuga que se produce cuando éstas giran. Al ser más delgadas que los discos convencionales, su peso es menor. Algunos fabricantes utilizan el magnesio para mejorar su resistencia a la fricción y aligerarlas aun más, pero eso las vuelve más caras.

Por último, las motos equipadas con disco lobulado tienen una estética mucho más racing y profesional. Sin embargo, si eres de los motociclistas que sólo busca precisión en su sistema de frenos, recuerda que cuanto más grande sea el diámetro de la hoja, más fuerza tendrás en el frenado. Por eso en las motos deportivas normalmente los discos son de 320 mm, mientras que en una scooter su diámetro es de 220 mm.

Los elementos del sistema de frenos de una moto han ido mejorando con los años. Los frenos de disco se están imponiendo frente al tambor y sus nuevos diseños mejoran su eficacia. El ABS también ayuda a aumentar la seguridad activa de la moto, no en vano el ABS deberá estar incorporado de serie en todas las motos de 125 cc y más a partir de 2016, según el Parlamento Europeo. Mientras eso sucede, México seguirá con sus años de retraso en el tema de seguridad vial.

En cuanto a los tipos de frenos en las motos, la mayoría ya montan discos, más eficaces que los antiguos de tambor, aunque todavía se pueden encontrar estos últimos en las ruedas traseras de los modelos de bajo coste y escasa cilindrada. Para la rueda delantera, se pueden instalar uno o dos discos según la exigencia de frenado del tipo de moto.

Los discos de acero, cuya principal ventaja es la evacuación del calor generado en la fricción, pueden tener diferentes formas. También existen discos de otros materiales, como los cerámicos, más sofisticados, o incluso de carbono (utilizados en Moto GP), aunque estos últimos no tienen una aplicación directa en la calle, puesto que exigen altas temperaturas para su buen funcionamiento.

Por otro lado, están las pinzas de freno, que son los elementos que tienen que “abrazar” el disco en movimiento para crear esa fricción que haga reducir la velocidad o parar la rueda. Según la construcción y el diseño de la pinza (radial o axial), tendrá también mejores o peores características de frenado. Dentro, los pistones empujan las pastillas contra el disco.

Lo que resulta diferente en las motos es su accionamiento, que es independiente en cada rueda. Sin embargo, también están proliferando los sistemas de frenada combinada, que actúan en las dos ruedas a la vez, por lo que facilitan la estabilidad del usuario a la hora de frenar.

Recordemos que el freno de tambor todavía se utiliza en la rueda trasera de motos y motonetas (scooter) de gama baja.

La forma de actuar es hidráulica. Una bomba traslada la presión a la pinza de freno a través de los latiguillos. Los mejores son metálicos, su rigidez y tacto de frenada son superiores.

A partir de aquí, frenar es una de las técnicas más difíciles para el conductor de una moto. Normalmente, el reparto de la frenada debe estar en torno a un 75% delante y un 25% detrás. Cuando frenamos, echamos el peso en la rueda delantera, por lo que se debe contar con más presión de frenado en ella. Por otra parte, el frenado en la rueda trasera se efectúa para estabilizar el tren trasero.

Hay que evitar los derrapes, para no que no se pierda el control del tren trasero. Si accionamos unas milésimas de segundo antes el freno trasero, conseguiremos estabilizar la rueda trasera y pegarla al asfalto, con ello evitaremos que la llanta se despegue del suelo cuando ejerzamos la mayor presión sobre la rueda delantera. De esta forma, la frenada será muy eficaz.

Finalmente, recuerda realizar un mantenimiento periódico de los frenos.

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