En el mundo del motociclismo, pocos nombres han dejado una marca tan audaz como el de Gonzalo Larrañaga. Este mexicano, aventurero nato y apasionado rider, decidió desafiar los límites humanos y mecánicos para recorrer el continente americano más rápidamente que nadie antes.
“En el mundo del motociclismo, Gonzalo Larrañaga decidió batir el récord establecido por los Sanders y hacer su recorrido en 33 días”.
Aunque planeó su viaje en 2020, la pandemia lo obligó a postergarlo hasta dos años después. A sus 53 años y siendo diabético, enfrentó numerosos desafíos en una travesía que hizo historia.

Orígenes: Un Corazón de Rider
Gonzalo Larrañaga creció como el menor de diez hermanos en una familia profundamente marcada por la disciplina y el servicio, gracias a que su padre formaba parte de la Fuerza Aérea Mexicana. Desde joven, viajó extensamente por México, absorbiendo la diversidad cultural y geográfica del país. A pesar de la oposición de su padre hacia las motocicletas, Gonzalo desarrolló una pasión insaciable por ellas, influenciado por uno de sus hermanos, quien lo introdujo al mundo BMW. Su primera moto de esta marca, una BMW GS 1000, este modelo dio inicio a una relación de por vida con la icónica casa alemana.
Inspirado por la pareja inglesa Julia y Kevin Sanders, quienes en 2003 recorrieron el continente americano de punta a punta en 35 días, Gonzalo decidió fijarse una meta ambiciosa: batir este récord en solo 33 días. Su ruta abarcaría desde Ushuaia, Argentina, hasta Prudhoe Bay, Alaska, recorriendo entre 900 y 1,200 kilómetros diarios. Pero no estaría solo; Luis Arango, director y fotógrafo mexicano, se uniría al equipo para documentar la travesía.
Para cumplir con las estrictas reglas de Guinness World Records, Gonzalo debía cumplir varios requisitos: el primer desafío se encontraba en Suramérica, que aunque está permitido volar sobre el Tapón del Darién, el reloj seguiría corriendo durante todo el tiempo; debía cruzar por Cartagena o Barranquilla en Colombia para demostrar que había recorrido toda la longitud de América del Sur; utilizar siempre la misma motocicleta y sin infringir ninguna norma de tránsito.
El Sueño de un Récord
Además, debía llevar un libro de registro detallado, documentando cada parada con ubicación, fecha, hora y kilometraje, junto con evidencia fotográfica y de video. Cada día, dos testigos firmarían este registro, mientras que dos testigos independientes de prestigio local validarían toda la evidencia al finalizar el recorrido antes de presentarla oficialmente. Estas exigencias añadieron un componente meticuloso al ya desafiante viaje.
RÉCORD ANTERIOR 2003:
35 DÍAS DE NORTE A SUR
30,000 KM RECORRIDOS
Preparativos: La Clave del Éxito
Con una BMW 1250 GSA 2021 como su compañera de viaje, Gonzalo realizó una meticulosa preparación. Equipó su motocicleta con herramientas, refacciones y dos juegos de llantas –Pirelli y Rally– para enfrentar cualquier terreno. La BMW 1250 GSA, conocida por su fiabilidad, potencia y tecnología avanzada, fue crucial para el éxito de la travesía. Su motor bóxer de 1254 cc ofreció un rendimiento excepcional en largas distancias, mientras que el sistema de suspensión electrónica Dynamic ESA se adaptó a todo tipo de terrenos, desde los caminos de asfalto en buen estado hasta las rutas más agrestes de Sudamérica. Además, el tanque de combustible de 30 litros garantizó una autonomía superior, reduciendo paradas innecesarias y maximizando el tiempo en el camino.

El Viaje: De Ushuaia a Prudhoe Bay
Gonzalo inició su travesía en Ushuaia, Argentina, conocida como “El Fin del Mundo” y famosa por sus paisajes helados y condiciones climáticas impredecibles. La ciudad, situada en el extremo sur de Argentina, marcó el comienzo de un recorrido que abarcó aproximadamente 22,387 kilómetros hasta Prudhoe Bay.
En este punto, las bajas temperaturas y los fuertes vientos hicieron del inicio un verdadero reto. Gonzalo atravesó la Patagonia, enfrentando largos tramos de caminos solitarios y paisajes áridos, características que desafían incluso a los riders más experimentados.
En Chile, enfrentó climas variables que oscilaban entre lluvias frías en la región sur y temperaturas más cálidas al acercarse a Santiago. La longitud del país, de 4,270 kilómetros, y su diversidad geográfica, con desiertos, montañas y glaciares, hicieron de este tramo uno de los más desafiantes y memorables. Fue en esta etapa donde uno de sus compañeros de viaje abandonó la misión, incapaz de soportar el ritmo extenuante.
Al cruzar a Perú, Gonzalo encontró climas cálidos en la costa del Pacífico y fríos en la región andina. Las carreteras sinuosas de la Cordillera de los Andes, combinadas con altitudes superiores a los 4,000 metros, pusieron a prueba tanto al motociclista como a su máquina.

En Ecuador, la ruta atravesó paisajes volcánicos y zonas tropicales, donde las lluvias intensas se convirtieron en un obstáculo constante.
Colombia representó otro desafío importante, no solo por la complejidad de sus montañas y climas húmedos, sino también por su imponente geografía: el país cuenta con una longitud de aproximadamente 1,600 kilómetros de norte a sur y tres cadenas montañosas que atraviesan su territorio, obligando a Gonzalo a adaptarse constantemente a cambios de altitud y terreno. Las restricciones de movilidad y pruebas COVID que debían realizarse en cada frontera añadieron una capa extra de complejidad. Gonzalo y su equipo encontraron en este país una rica oferta gastronómica que incluyó arepas, bandeja paisa y jugos tropicales, los cuales ayudaron a reponer energías.
El Tapón de Darién, una de las zonas más inhóspitas e inaccesibles del continente, forzó a Gonzalo a trasladar su moto en avión desde Barranquilla hasta Panamá. Este tramo de aproximadamente 100 kilómetros de selva impenetrable carece de carreteras, lo que lo convierte en un obstáculo obligado para quienes intentan recorrer el continente.
La inspección antinarcóticos en aduana le retrasó un día y medio, un contratiempo que obligó a reorganizar su apretado itinerario.
En Centroamérica, Gonzalo recorrió los estrechos territorios de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, con una longitud combinada de cerca de 1,900 kilómetros. Las carreteras en esta región, muchas veces en mal estado y con trámites fronterizos complicados, hicieron de este tramo un verdadero reto. En Costa Rica, el clima tropical y las lluvias torrenciales añadieron dificultad al trayecto, mientras que en Guatemala, los paisajes volcánicos y sinuosas carreteras montañosas exigieron máxima concentración. También, disfrutó de especialidades locales como el gallo pinto costarricense y tamales guatemaltecos, una forma de conectarse con las culturas.

GONZALO G. LARRAÑAGA
- Padre de 3 hijos
- Buzo y espeleólogo en Q. Roo
- Originario de la Ciudad de México
- Motociclista apasionado con 40 años de experiencia
- Licenciado en administración de empresas que se dedica a la protección de la naturaleza y los derechos humanos
- Buscó romper un Recórd Guiness en el año 2023 al cruzar desde Ushuaia hasta Alaska en 33 días
- Hizo este viaje a la edad de 53 años

A Través de México: Héroe Local
Al llegar a México, Gonzalo fue recibido por amigos y riders que lo acompañaron durante dos días en su recorrido por el país. Este tramo, de más de 3,000 kilómetros, lo llevó desde Chiapas hasta Sonora, atravesando una de las geografías más variadas del continente. México, con una longitud de más de 1,800 kilómetros de norte a sur y casi 3,200 kilómetros de costa, ofreció a Gonzalo un paisaje cambiante: desde las selvas húmedas y tropicales del sureste, hasta las montañas de la Sierra Madre y los vastos desiertos del norte. Estos contrastes no solo representaron un desafío técnico en el manejo, sino también una experiencia visual única.
A lo largo de su trayecto, Gonzalo se enfrentó a carreteras sinuosas, tramos con intenso calor y otros con niebla densa en las zonas montañosas. En cada parada celebrando la riqueza gastronómica de su tierra natal. Esta pausa fue necesaria antes de los desafíos finales en Estados Unidos, Canadá y Alaska. El recorrido por México se convirtió no solo en un momento de conexión personal, sino también en una demostración de apoyo por parte de su comunidad, lo que le dio un impulso crucial para continuar.
RECORRIDO MÉXICO:
3,200 KM DE CHIAPAS A SONORA
1,800 KM DE NORTE A SUR
3,200 KM DE COSTA
La Recta Final: La Prueba de Alaska
El tramo final fue el más desafiante. En Estados Unidos y Canadá, Gonzalo enfrentó climas helados y nevadas intensas, especialmente al cruzar las imponentes Montañas Rocosas, una cordillera que se extiende por más de 4,800 kilómetros desde Nuevo México hasta la Columbia Británica.
Este sistema montañoso, con altitudes que superan los 4,000 metros, representó no solo un reto climático, sino también uno físico y técnico, con carreteras sinuosas y descensos pronunciados.
En Alaska, el escenario se tornó aún más extremo. Las carreteras largas y solitarias,
como la Dalton Highway, conocida por ser una de las rutas más remotas y peligrosas del mundo, pusieron a prueba su resistencia.
Esta carretera de 666 kilómetros atraviesa paisajes desolados y cruza el Círculo Polar Ártico, donde el frío extremo, que puede descender a temperaturas bajo cero incluso en verano, y la fauna silvestre, como alces, caribúes y osos grizzly, son comunes.
En un incidente memorable, uno de sus compañeros enfrentó una avería mecánica en medio de esta inhóspita región, obligando a Gonzalo a recorrer 130 kilómetros hasta el pueblo más cercano para buscar ayuda.

3,000 KM DE NUEVO MÉXICO HASTA LA COLUMBIA BRITÁNICA
4,000 M DE ALTITUD ASCENDIÓ
666 KM CARRETERA QUE CRUZA EL CÍRCULO POLAR
Durante la reparación, se vieron sorprendidos por la presencia de un oso grizzly, un recordatorio contundente de lo salvaje e impredecible del paisaje. Este tramo, aunque lleno de desafíos, marcó la culminación épica de una travesía inolvidable.
Tras 26 días de aventura, Gonzalo Larrañaga llegó a Prudhoe Bay, Alaska, rompiendo el récord Guinness y dejando un legado imborrable. Aunque su hazaña aún está en proceso de validación oficial, el impacto en la comunidad motociclista ya es tangible. Gonzalo demostró que la determinación, el espíritu aventurero y una BMW 1250 GSA pueden superar cualquier obstáculo. Desde su regreso, ha sido invitado a entrevistas nacionales e internacionales, dónde ha compartido los detalles de su travesía y su experiencia personal. Además, su hazaña le ha abierto la puerta a nuevos proyectos, incluyendo la planificación de un documental que relatará su historia y la publicación de un libro que inspire a otros motociclistas y aventureros.

Estas oportunidades no solo han solidificado su lugar en la historia del motociclismo, sino que también han convertido a Gonzalo en un referente para quienes buscan alcanzar metas extraordinarias.
La historia de Gonzalo es un testimonio de la perseverancia y la pasión por las motocicletas. Para él, cada kilómetro recorrido no fue solo un paso hacia un récord, sino una celebración de la libertad, el descubrimiento y el espíritu humano. Esta aventura nos recuerda que los límites solo existen para ser desafiados.