En ciencia ficción es muy recurrente escuchar sobre algún superhéroe que salvará al mundo. En la vida real, bueno, la vida real es un poco más complicada. Sin embargo, eso no ha sido un impedimento para que Jeffrey Polnaja, un BM indonesio, decidiera tomar su BMW R 1150 GS Adventure y se dispusiera, no a salvar al mundo, sino darle un grandioso ejemplo de paz y hermandad.
Asia, África, Europa y media parte de América, conocen ya su increíble historia. En su travesía se le ha facilitado abrir fronteras, encontrar amigos, recibir hospedaje y hasta comida. Incluso ha reforzado para él y el mundo entero, la unidad que caracteriza a un particular grupo de personas con las que tiene cierta afinidad.
“En el mundo de los motociclistas se consigue amistad y compañerismo, el cual es muy cercano, es muy fuerte, es una hermandad y entre nosotros siempre nos ayudamos”, comentó.
BM´s y Boxer Motors, no perdieron oportunidad de realizar la bienvenida de Jeffrey a la ciudad de México, con bombos y platillos con una reunión de motociclistas en el BM´s Club.
Tras haber estado en lugares como Guadalajara, Sonora, Chihuahua, Durango y Sinaloa, el motociclista de la paz tuvo la oportunidad de compartir sus experiencias y hazañas con cierto número de BM´s mexicanos, quienes no perdieron la oportunidad de bromear y pedir consejos de viaje a este indescriptible piloto. Transcurrida la noche, los asistentes también pudieron disfrutar de ciertos platillos y dulces indonesios.
Barranca del cobre, Agua prieta, Michoacán, Hermosillo, Puebla, Morelos y el Estado de México son lugares que también han sido visitados por Polnaja y su incesable viaje no termina pues aún recorrerá ciertos estados de la república mexicana.
De un país a otro, ha tramitado visas y permisos para cruzar fronteras. Ha conocido a centenares de personas en su viaje. Para Jeff no ha habido dificultades para entenderse en distintas lenguas.
“Me tocó viajar con un motociclista mexicano, él no podía hablar inglés, yo no podía hablar español, pero nos divertimos, en el camino nos reímos, con el idioma del cuerpo”, reveló Polnaja quien viaja con tan solo recuerdos e imágenes de lugares inigualables, nombres y experiencias.
Boxer Motors: Háblanos sobre este gran viaje.
Jeffrey Polnaja: Comencé este viaje porque en 2011, mientras que veía televisión acompañado de mi hijo, pudimos ver lo ocurrido en Nueva York el 11 de noviembre. Mi pequeño de tan solo 9 años me preguntó consternado ¿Qué está pasando porque la gente se daña? Entonces fue cuando me miró y suplicó: por favor haz algo. Yo me quedé sin saber qué hacer, ¿Qué podía hacer yo?
Cuando le comencé a explicar que yo solo era un comerciante y viajero. Me miró emocionado y agregó: ¡eso papá!, tú eres un viajero, viaja por la paz. Toma tu motocicleta y ve por todo el mundo y háblales de la paz.
A la semana de haber tenido esa conversación, mi hijo volvió a preguntarme que cuando comenzaría mi travesía por la paz. Y me dije habla en serio. Yo no traigo un mensaje de paz, no vengo hablarte de paz. Todo lo que representa este viaje y todo lo que me ha costado, es por la paz.
No estoy dando mensajes, estoy compartiendo mi alegría por la vida. Estoy demostrando que a cambio de mis acciones, la vida me brinda amistades y experiencias inigualables de vida. Estoy realizando este viaje y lo estoy compartiendo con el mundo, lo cual ha sido honestamente fantástico.
BM: Desde tu percepción ¿De que esta habido el mundo?
JP: Sé que no necesita guerras, porque este planeta ya está demasiado roto. Quiero que el mundo vuelva a creer, en lo que cree mi hijo. Que podemos alcanzar la paz y la tranquilidad. Si cada persona pusiera de su parte, este planeta no tuviera distinciones. Sería solo planeta tierra sin tantos nombres, divisiones o límites. Este mundo es muy hermoso, me ha mostrado lo que jamás imagine ver; he podido convivir con diferentes personas de diferentes lugares, me ha entregado parte de su belleza.
BM: ¿Cuáles con las principales diferencias que encontraste en las personas que has conocido?
JP: No encuentro ninguna diferencia. El ser humano es el mismo, algunas personas piensan en guerra, en violencia y en poder. Políticamente hablando solo quieren poder, pero la gente es la gente sienten, viven, disfrutan, aprenden y crecen en cualquier parte del mundo en el que se encuentren. Todos deseamos lo mismo, tranquilidad.
Michoacán alrededor de tres días y me encontré con fantásticas personas e increíbles paisajes. Mi estancia en Michoacán, fue igual de grandiosa que en Agua Prieta, Hermosillo, San Carlos y demás lugares que pude visitar. México es un país generoso, tan magnífico, que se debe cuidar de la contaminación mediática que hay en su contra.
BM: ¿Qué opinas del miedo?
JP: El miedo es una emoción hacia algo, que tal vez nunca pasará. El miedo es bueno, pero uno debe vivir el presente y disfrútalo. Algunas cosas malas pasarán sin duda, pero nunca lo sabrás hasta que te arriesgues y dejes el miedo atrás. Es como una oportunidad. Insisto el miedo es bueno, pero no debe detenerte de hacer cosas, debemos tratar una y otra vez.
Yo he viajado por 79 países y estoy aquí, ¿Qué he conseguido dejando el miedo atrás? Conocer gente inteligente, buena, honesta. También me ha dado grandes amigos, he intercambiado al miedo por amistad.
BM: ¿Por qué elegiste una motocicleta BMW como compañera de viaje?
JP: Porque en este planeta, solo hay tres tipos de motocicletas. Si quieres una motocicleta rápida, compra una italiana o una deportiva japonesa, son excelentes motocicletas, son las campeonas de Europa, lo mejor. Si quieres estilo y accesorios como chamarras de cuero, compra una motocicleta Americana, ninguna se compara. Pero si lo que buscas es confort y seguridad, entonces lo que necesitas es una motocicleta BMW. ¡No hay nada como una BMW!
BM: ¿Cómo te inicias como motociclista?
JP: Comencé a ser motociclista a los nueve años de edad, tenía una moto pequeña porque mi padre era ‘hunter’ y nos gustaba mucho salir a rodar. Cuando tenía 16 tuve mi primera licencia de conducir, recuerdo que la tramite en Bali, sólo los mejores pilotos obtenían sus licencias en ese lugar. Entonces un grupo de motociclistas me invitaron a rodar, desde entonces me encanta salir de viaje en grupo. No importa lo grande o pequeño que este sea, no hay nada que se le compare a rodar con amigos.
Soy motociclista porque con la motocicleta, no solo viajes por grandes lugares. De hecho te conviertes en parte del panorama, puedes oler la montaña de la sierra, la sal del mar, y cosas que en auto jamás apreciarías. Las cosas huelen a lo que son. ¡Eso es ser motociclista, viajar!
BM: ¿Hay algo que quieras transmitir a los BM´s mexicanos?
JP: Espero haber transmitido este espíritu de paz, en cada persona con la que he podido convivir. Como con los camaradas de Michoacán y de cada lugar en el que he podido estar y finalmente ‘Viajen sin importar a dónde se dirijan, disfruten la atmósfera, la naturaleza, sean parte de la naturaleza, manténganse rodando’.
Su camino ha tomado más años de los esperados, cuando comenzó el viaje Polnaja tenía 43, ya tiene 51 y sumará más porque regresará a Indonesia en el 2015. Esperamos que nuestros amigos de Latinoamérica disfruten tanto de este viajero de la paz, tanto como lo hicimos en México y que se conviertan en una parte importante de esta travesía mundial.