Tú eres el control.
Kinect aporta una dimensión totalmente nueva y extraordinaria a los juegos y al entretenimiento: la posibilidad de jugar con todo el cuerpo. Podrás utilizar los brazos, las piernas, los pies y las manos: en Kinect no hay controles, sólo estás tú. Es un modo de juego tan natural e intuitivo que la tecnología se evapora, dando paso a la magia natural que todos llevamos dentro.
Simplemente, tienes que dar el salto.