La BMW R 69 S fue la sucesora de la exitosa deportiva R 68; la R 69 S estaba equipada con un motor bóxer bicilíndrico de 594 cc y 42 caballos de fuerza; estuvo en producción de 1960 a 1969. Con sus dos carburadores se consideraba la más veloz en su tipo, ya que alcanzaba hasta 175 kilómetros por hora. Sin embargo, al mismo tiempo era famosa por su comodidad, especialmente en los trayectos prolongados. Esto la convirtió en una clásica máquina de viaje. Su depósito tenía capacidad para 17 litros; el peso total de la R 69 S era de 202 kilos con el tanque lleno, si se le añadía el sidecar llegaba a los 324 kilogramos. Su consumo era de 5.3 litros por cada 100 km. La suspensión delantera aplicaba el ampliamente probado y robusto sistema diseñado por el inglés Earnie Earles, con dos tubos telescópicos; el sistema ofrecía un excelente control y una notable maniobrabilidad. Por su bastidor tubular, su decoración y su estilo, conservaba la personalidad de las BMW clásicas, pero ya anunciaba el porvenir de la fábrica de Baviera.