Tras la Primera Guerra Mundial quedó prohibida la fabricación de motores para aviones, actividad que realizaba BMW. Por esta razón la empresa comenzó a producir motores de menor cilindrada; es el ingeniero alemán Max Friz quien diseña para el mundo, en 1923, la legendaria R-32, primera motocicleta de BMW que resulta una revelación por su manera radical de funcionar: sin cadena y con dos cilindros montados horizontalmente en ambos lados, refrigerados por aire, máquina mejor conocida como motor Boxer.