Andrés Pérez Martínez, administrador de empresas, empresario, con más de 28 años dirigiendo su propia empresa, Promoción Empresarial, Capacitación Ejecutiva, Organización, Congresos, E Learning; orientada al mundo de eventos y congresos para empresas en materia de negocios.
Todos estos congresos que ha realizado son emprendimientos individualizados; cada evento es una representación de una empresa y todo ello guarda un gran paralelismo con su hobby favorito “tocar cima en montaña”.
Casualmente, existe una gran semejanza entre emprender un negocio y emprender un ascenso hacia la cima, en ambas la persistencia, disciplina, valor y audacia marcarán la diferencia entre llegar o no a dicha meta.
En cuanto a deportes respecta, este hombre ha practicado una gran cantidad de actividades; desde muy pequeño se autodenomina como un “Sport Billy”, practicó desde karate, judo, gimnasia olímpica, ciclismo, entre otros; particularmente la montaña.
Su padre lo entrenó a él, a su hermano y unos amigos, para subir el Popocatépetl, por lo que realizó muchos entrenamientos, la gran mayoría fueron en el desierto de los dinamos en la sierra del Ajusco, hasta que, a los 10 años, subió su primera gran montaña “el Popocatépetl”. En ese momento se reafirmó su afición por este temerario deporte. Alrededor de sus 20 años subió el Pico de Orizaba, durante una década tuvo la oportunidad de visitar la India y Nepal; estando en Katmandú, capital de Nepal, él viajó en una avioneta hacia el Everest y durante aproximadamente 25 minutos pudo contemplar las cimas desde los aires, en ese momento descubrió aquellas 3 enormes bestias de más de 8,840 metros.
Para Andrés este fue el momento que marcó su vida, llevándolo a una emoción tan profunda que le hizo llorar. Se conmovió por el impacto de ver tan majestuosa montaña, y le hizo reflexionar sobre cómo el hombre ha llegado a la parte más alta de esta gran creación de la naturaleza, única en el planeta.
En cuanto a su hijo Andrés Pérez Maillard, el primer acercamiento a la montaña fue a los 3 años, cuando su padre lo llevó al Xitle, en la Ciudad de México; desde muy niño tiene recuerdos practicando senderismo, caminatas familiares o con amigos; desde muy joven se dio cuenta de que tenía una profunda atracción por la montaña.
A los 6 años subió el Ajusco, a los 7 años el Nevado de Toluca, y poco a poco siguió experimentando cumbres, logrando a la corta edad de 12 años haber tocado cima en el Iztaccihuatl y la cuña; para este momento ya estaba enganchado al mundo del montañismo y a una pasión innata por seguir explorando y descubriendo nuevas cimas.
Un año después, se propuso subir la montaña más alta de México “el Pico de Orizaba”. Pocos meses después subió al Kilimanjaro “la montaña más alta en África” logrando convertirse en la persona más joven de LATAM en lograrlo a sus 13 años de edad.
A los 15 años subió al Mont Blanc “la montaña más alta de Europa Occidental” una hazaña extraordinaria, considerando que lo hizo a una corta edad.
Después de una larga lista de cumbres alcanzadas, Andrés Jr. junto con su padre se propusieron mirar una nueva meta, algo sumamente ambicioso, una meta codiciada entre todo aquel que haya practicado el magnífico deporte del Alpinismo “tocar cumbre del Monte Everest”.
A partir de ese momento iniciaron todo un plan de preparación. Dos años más tarde visitaron Perú con el objetivo de perfeccionar su técnica en escalada en hielo, subieron el Alpamayo, una escalada muy dura, la cual exige un alto grado técnico, ya que se trata de una pared de hielo completamente vertical.
Para Andrés Jr. este ha sido el reto más exigente que ha vivido hasta el momento de esta entrevista. Más tarde, en Ecuador, subieron el volcán de Cotopaxi y finalmente el Matterhorn, posiblemente la montaña más famosa de los Alpes por su espectacular forma de pirámide.
Tras una preparación de 4 años y toda una vida soñándolo, no hay plazo que no se cumpla, es el momento de subir al Everest.
BOXER MOTORS: Con toda la experiencia que han adquirido y las cimas que han recorrido, en este punto, ¿sienten algún temor o miedo?
Andrés Pérez Martínez: En mi caso no, nunca tengo miedo, lo que siento es una gran emoción, estos días siento la adrenalina por querer estar allá arriba en el Everest.
Siento una emoción positiva y con humildad me atrevo a decir que me siento confiado. Pienso que estamos muy preparados; todas las montañas que hemos subido siempre vienen acompañadas de experiencias, las cuales nos han aportado conocimientos y preparación; por ejemplo, cuando subimos Matterhorn, tuvimos que subir 3 montañas previas.
Cada montaña grande trae detrás varias montañas de preparación. Para el Everest nos hemos entrenado físicamente y mentalmente tres veces más que con cualquier otra montaña que hayamos subido.
BM: Para alcanzar este punto óptimo de entrenamiento, ¿Quiénes forman parte de este equipo de trabajo, tienen algún asesor?
Andrés Pérez Maillard: Ha sido Héctor Ponce de León, nuestro entrenador y mentor del Everest. Es el mejor alpinista mexicano activo, él nos ha puesto el entrenamiento de todos los días, muy detalladamente; también tenemos reuniones donde nos explica los riesgos, detalles muy específicos y técnicos, tips que nunca nos hubiéramos imaginado.
APM: Ha sido un entrenamiento de 5 meses, que consiste en 2 sesiones teóricas al mes, un entrenamiento técnico acompañado de un entrenamiento físico, Héctor con toda su experiencia y habiendo subido tres veces el Everest, nos ha puesto un entrenamiento detallado durante estos últimos 5 meses. Durante estos 8 meses ha sido mi trabajo al 100 por ciento.
APM Jr.: Aparte de Héctor, también tenemos a nuestra nutrióloga Rocío Torres, que nos ayuda a mantenernos sanos y a acostumbrarnos a la alimentación que tendremos allá, que serán muchísimos carbohidratos, para llegar bien preparados. Además, el tema de la hidratación lo cuidamos mucho.
APM: Yo tengo un coach de alto rendimiento mental, Roberto Ducoing, con él tuve una sesión antes del Covid-19, y en noviembre pasado nos organizamos para tener una tarea específica pensando en el Everest, potenciar mi mente. Estoy trabajando con él una vez a la semana con una sesión de coaching, muy padre, con preguntas y reflexiones muy interesantes.
BM: ¿Tú también participas de estas sesiones de coaching APM Jr.?
APM Jr.: De coaching no, Yo decidí ir al psicólogo, no por algún tema específico, solo para estar muy concentrado.
BM: En el camino, practicando alpinismo, te has encontrado con amigos, ¿Han formado algún grupo de compañeros o amigos que les acompañen?
APM Jr.: Toda mi vida he buscado amigos con los que pueda hacer montaña, pero con el paso de los años mis amigos se han inclinado a otros deportes, como el fútbol, así que todavía no he encontrado a alguien que le apasione igual que a mí, que me acompañe.
BM: ¿Tienen planeado contar con la ayuda de alguien más para documentar su ascenso?
APM Jr.: Así es, vamos a documentar toda la travesía, contratamos un sherpa, quien nos estará apoyando todo el tiempo tomando fotos y videos, para nosotros sería imposible hacerlo, sobre todo para no perder concentración, este sherpanos apoyará exclusivamente para el trabajo de documentar.
BM: ¿Han contado las montañas que han subido?
APM: En realidad no, pero por ejemplo de las 10 más importantes o de mayor altura, hemos subido 9, solo nos falta el Tacana en Chiapas, queríamos ir este año, pero ya no tenemos el tiempo. De montañas internacionales, en mi caso he subido entre 12 a 15.
BM: Pensando en el equipo que necesitan para esta expedición, ¿cómo lo están resolviendo?
APM Jr.: Es muchísimo el equipo que necesitamos, la mayoría lo compraremos allá y algunas cosas las rentaremos allá en tiendas especializadas en el equipo adecuado para más de 8,000 m que en ningún otro lugar puedes encontrar.
BM: ¿Cómo van eligiendo las montañas que quieren recorrer?
APM Jr.: Siempre que vemos alguna imagen o foto de montañas, de alguna forma me llaman, hay ciertas montañas que, con solo verlas, la quiero subir, hay otras muy atractivas, que vemos muchas fotos y videos, sin embargo, no me atraen. Hay una montaña en la cordillera del Himalaya, es el Ama Dablan, que tiene forma de cohete, es realmente espectacular, es
más vertical, más técnica, que el Everest mismo, la queremos subir después.
También estamos muy atraídos por el K2, es una de las montañas más peligrosas del mundo.
APM Jr.: Para mí, la belleza de la montaña es algo que me atrapa, montañas que no tiene mucha belleza, estructuralmente hablando, como la Aconcagua, no me llaman la atención, pe un Alpamayo una montaña, la cordillera de los Andes, es montaña más hermosa del planeta de acuerdo con un Concurso de foto escénica. Este de hecho fue el que organizó la revista Alpinism en Múnich.
La montaña más fotografiada y hermosa de Europa es el Matterhorn.
De hecho, esa ya la subimos; en el caso de los Himalayas es el Ama Dablam, que es la siguiente que queremos subir.
BM: Hablando del motociclismo, platiquemos sobre su experiencia en moto.
APM Jr.: Mi papá toda la vida ha usado moto, desde que tengo memoria, lo recuerdo llevándome de copiloto. Estando en ciudad, la moto es un medio de transporte de maravilla.
Cuando tuve edad, empecé a aprender y le pedí a mi papá que me apoyara para tener mi moto.
APM: Tengo una anécdota con Andrés pequeñito, lo llevaba aquí en la calle solo a dar una vuelta, la primera vez que sintió el viento, levantaba los brazos entre asombrado y fascinado por la sensación, le explique que era el viento, le encantó. Tengo varios años con mi BMW GS 800, y estoy feliz.
BM: ¿Qué planes tienen para el futuro?
APM Jr.: Voy a estudiar Ciencias Ambientales, porque estando en las montañas, me he dado cuenta del gran deterioro que están sufriendo los bosques, los glaciares, estando allá arriba.
Tenemos que hacer conciencia de la situación tan crítica en la que estamos, y de la velocidad con la que se está dañando todo.
El 13 de abril salimos de México rumbo a Katmandú, tardaremos cerca de 3 días; del 6 al 8 de abril estaremos preparando la parte del equipo, la renta y compra de lo que nos haga falta, en esos días estaremos conociendo a los Sherpas que nos acompañarán, y relacionándonos con todo el equipo.
Para el 9 de abril volamos a Lukla un pueblito en Nepal, que es donde empieza la caminata; de ahí al campo base iremos pasando por pequeñas poblaciones, en promedio serán 8 días para llegar a campo base caminando, pero en el día 5 nos vamos a desviar a una montaña que se llama Lobuche, para aclimatación, para prepararnos, bajamos de Lobuche y nos dirigimos al campo base.
En la ruta del trecking de Lukla a Campo Base del Everest, se utilizan como animales de carga a toros y burros hasta los 4,500 msnm y, más arriba, a los Yaks debido a que soportan las bajas temperaturas.
Una vez en campo base descansaremos un poco para empezar las rotaciones, que son una práctica para aclimatarnos, la cual consiste en subir desde campo base a campo 1, en donde dormiremos y posteriormente volveremos a bajar.
Si hay buen clima, subes a campo 1 y 2, y respetes el mismo proceso “duermes y bajas” pero ahora solo a campo 1, después tendremos que volver a subir a campo 2 y 3 duermes y bajas a campo 2, una vez que estemos listos.
Nos prepararemos para el ataque de cumbre. Para ello nos apoyaremos de los meteorólogos, hay un grupo en Ginebra, Suiza que todo el tiempo están monitoreando el clima. Una vez que no haya viento ni tormentas y que el clima sea el adecuado, nos dan aviso de la fecha en la que todo es óptimo para comenzar él acensó, coloquialmente se dice que hay una ventana; ese es el día, te preparas, sales con tus 5 días antes, subes hasta campo 3 y te pones oxígeno, de allí subes a campo 4, descansamos unas horas.
Entonces son 5 días de subida tremendamente demandantes en los cuales requeriremos de una gran concentración y determinación durante todo el recorrido, posterior a ello serán otros 3 días de bajada.
Pensamos regresar a México el 30 de mayo; casualmente para este ascenso viajamos 7 mexicanos, no vamos en el mismo grupo, pero sí en el mismo contingente, vamos con la empresa Nepalí más grande haciendo el ascenso al Everest.
Nos comentan que es el año que más mexicanos están subiendo al Everest, ¡Es algo emocionante!
Todo el tiempo llegan y salen helicópteros turísticos y de abastecimiento al Campo Base del Everest.
El equipo de BOXER MOTORS agradece a nuestros amigos de APM2 por compartir su historia con nosotros durante esta amena entrevista. Fue un privilegio escuchar sus experiencias y aventuras juntos en la montaña, y conocer la fuerza del vínculo que los une.
La pasión que comparten por el alpinismo es inspiradora y su trabajo en equipo es realmente impresionante. La forma en que se apoyan y desafían mutuamente es un testimonio del verdadero amor y la conexión única que solo un padre e hijo pueden tener.
Además, es enriquecedor escuchar sobre los valores que comparten como familia y cómo aplican estos valores a sus aventuras.
Su compromiso con la seguridad y el respeto por la montaña es un ejemplo a seguir para todos los amantes de la naturaleza y los deportes extremos. Sabemos que el Monte Everest es un desafío que han soñado con enfrentar juntos durante mucho tiempo, y que todas las experiencias que han tenido les han servido como un entrenamiento ante tan demandante meta.
Nos alegra saber que están haciendo realidad ese sueño y tenemos la confianza de que están más que preparados para lograrlo. Les deseamos que cada paso que den sea un momento de reflexión y admiración, y que disfruten plenamente de la majestuosidad del paisaje, ya que cada día será una aventura. El equipo de BOXER MOTORS espera su regreso, con la seguridad de que su espíritu de equipo y amor de familia sea reforzado después de tal odisea.
Además de estar deseosos de escuchar su relato tras haber tocado una de las cumbres más temerarias.
