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Dr. Manuel Mondragón y Kalb: Una solución para el futuro

Dr. Manuel Mondragón y Kalb: Una solución para el futuro

Entrevista con el doctor Manuel Mondragón y Kalb

La imagen del doctor Manuel Mondragón y Kalb, Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, se relaciona con su trayectoria de cuatro décadas en el servicio público; sin embargo, también cuenta con un importante historial en el ámbito deportivo: fue el introductor del Tang Soo Do en México, del que pronto llegó a ser Tercer Dan, es miembro del Salón de la Fama y del Comité Olímpico Mexicano, es médico cirujano, egresado de la facultad de Medicina de la UNAM con postgrados en Reumatología y en Medicina Interna, así como estudios en Alta Dirección de Empresas y Administración Pública, es Contralmirante Médico por la Armada de México.

Cuenta con más de sesenta publicaciones; es miembro de diversas sociedades médicas, científicas y de la Legión de Honor Nacional, durante su gestión en la Secretaría de Salud del Distrito Federal se impulsó la protección para los no fumadores. Como titular de la SSP capitalina, el doctor Mondragón y Kalb anunció el regreso del cuerpo de motopatrulleros a la policía del Distrito Federa, en esta entrevista, el funcionario nos habla precisamente de su afición por el motociclismo, así como del potencial que esta forma de transporte representa para la solución de a problemática vialidad urbana.

Me inicié en las máquinas japonesas; estuve entre ellas durante mucho tiempo: compré la primera Honda 6 cilindros en línea, una 1027 RS, la cual cambié después por otra igual pero nuevecita. A mis tres hijos mayores los inicié también en el motociclismo; salíamos muy a gusto, durante muchos años anduve en la motocicleta muy contenta; para mí era un escape… y finalmente dejé la moto porque de nuevo sufrí un accidente: una fractura de tibia y peroné. Fue por mi culpa, aunque siempre fui muy cuidadoso. Durante un año padecí muchos problemas en la pierna y por alguna razón me enfrié en la motocicleta y ahora que regreso a la Secretaría de Seguridad tomé una Harley grande. ¡Siempre tuve la inquietud por manejar las Harley! … Aunque los pisteros, los japoneses y los de BMW dicen que son “unos tractores” … ¡Pero finalmente yo quería una moto Harley grande y obtener experiencia! Y aquí hay algunas de estas motos antiguas: una 92 Blue King. Acabo de comprarla, tengo apenas 1700 km recorridos, pero estoy feliz con ella, me volví a sentir muy a gusto y la utilizo para mi trabajo, además que me divierto.

Yo patrullo un par de veces a la semana en moto para ver cómo está todo el sistema vial y algunas otras cosas. Para mí es más fácil recorrer la ciudad en motocicleta que recorrerla en automóvil. ¡Esa es la historia rápida del motociclismo! No he hecho recorridos largos, como irme a la frontera. Lo digo sinceramente. Siempre mis recorridos han sido a destinos cercanos. Lo más lejos que llegué fue a Acapulco, pero Cuernavaca y todas las rutas de Morelos eran mis áreas de recorrido, porque no podía disponer de mucho tiempo. Pero tengo ganas, una vez que termine aquí mi responsabilidad, de quizá irme a los Estados Unidos o a Europa para hacer un recorrido, ya un poco más largo, en motocicleta.

BM: En realidad es el chiste de la moto, ¿no? Viajar y despejarse…

MM: Así es, para mí verdaderamente es la mejor manera de entrar en una pérdida, en una baja del estrés y de descansar. ¡Aun trabajando, así descanso!

BM: ¿Cree que en algún momento el motociclismo en México deje de ser considerado como un hobby, para que se le analice y tome en cuenta como un muy eficiente medio de transporte, que resolvería los problemas de tránsito, contaminación, estacionamiento, etc. que aquejan a nuestras ciudades?

MM: ¡Bajo todos los conceptos! Yo creo que no es lo mismo incorporar un automóvil a la circulación que una motocicleta, sea esta de cilindraje grande o de cilindraje pequeño, sea una motocicleta propiamente dicha o una motoneta. Sin duda, la diferencia entre el espacio que ocupa un vehículo contra el otro es obvia, no tiene ni comentarios. Yo creo que, como en muchas ciudades de Europa, nosotros deberíamos de adquirir la cultura del transporte en motocicleta. Adquirir la cultura todos: los que manejan las motos, los que manejan automóviles y tienen que respetar a las motos, los peatones, las áreas de orden de seguridad, las empresas.

Todos tenemos que adquirir esa cultura, sería lo deseable, como ocurre en París, como ocurre en Roma, como ocurre en ciudades importantes en donde hay tantas motocicletas como automóviles.

Creo que esa tendencia debe de ser una clave muy precisa, hay que trabajar para ello y creo que es un momento apropiado para hacerlo. ¡Incluso hoy! Desdichadamente, por culpa de muchos factores, incluso de los mismos motociclistas, hemos estado marginados en el reglamento de tránsito para muchas opciones. Y digo culpa, porque entendemos que andar en la calle es ir como locos, como algunos que tienen motos grandes, y eso está afectando a los demás motociclistas, porque uno solo que entre a una vía rápida y circule a 120 ó 140 km por hora, lastima a todos los demás motociclistas, que quisieran usar esas vías para transportarse en una forma adecuada, respetando toda la reglamentación, igual que un automovilista; sin pasar de 80 km por hora o de la velocidad marcada; sin ir cambiando de carriles, ni haciendo tantas cosas.

Otra razón es que desafortunadamente en la motocicleta se dan algunos ilícitos o situaciones como dos personas viajando en una moto. Hemos visto naturalmente que en algunos casos especiales se aprovechan las máquinas para el robo o el atraco, para los actos delictivos, y esto injustamente provoca que paguen algunos o muchos de los buenos por algunos delincuentes, que son las excepciones. Otro factor en contra son los accidentes viales. Desgraciadamente, todavía no tenemos la cultura de la moto, para que la manejemos en forma idónea todos los que estamos a bordo, y para que cumplan su parte aquellos que deben de respetar la posición de una motocicleta. Eso nos lleva a los accidentes que hay que abatir.

A mí me ha pasado que voy en motocicleta y tengo que pararme junto a un manejador o manejadora para decirle: “¿Por qué no me respeta, señor o señora?”… “Es que…”. “¡Señora, yo le estoy ayudando a usted a que circule mejor, porque fíjese que mi motocicleta no ocupa lugar! ¡Y usted tiene cinco cuadras echándome el coche encima sin pensar que yo existo y que me debe usted un respeto porque yo no le estoy haciendo nada!”. Ese es en gran parte el criterio que tienen algunos automovilistas, de tal manera que yo creo que, en resumen, sin duda la motocicleta debe representar un gran futuro para una ciudad como esta, que ya no soporta, por razones físicas, más automotores. ¡Estamos incorporando casi 200 mil nuevos automóviles o vehículos de otro tipo al año! Son no sé cuántos miles de kilómetros en línea.

Casi, casi podríamos ocupar la carretera México-Monterrey carro por carro, que es lo que abarcan 200 mil automóviles. Yo me pregunto si esta ciudad aún aguanta más automotores y entonces vienen los conflictos, la necesidad de hacer obras viales. Por eso Marcelo Ebrard ya está trabajando en ello, porque son tantos los automotores en una ciudad ya hecha, que hay que lastimar o molestar un tanto a la gente para que, en medio de sus casas o de sus calles que ya están establecidas, construir puentes, cavar subterráneos, ampliar las vías etcétera. Porque de otra manera no vamos a poder circular.

BM: En la actualidad los motociclistas están en desventaja contra cualquier otro medio de transporte, porque, proporcionalmente, los pagos de peaje, seguro, tenencia y multas, son mucho más altos. ¿Cree que exista la posibilidad de equilibrar es tas notables diferencias?

MM: Pues mire usted, esta es una respuesta que yo no tengo… ¡Porque apenas voy a pagar después de muchísimos años la tenencia 2009 de mi moto! Pero si así fuera, me parece que sería muy importante equilibrar estas cosas, vamos a analizarlas y vamos a verlas. Además, sería una sugerencia, porque esto depende de la Tesorería del Distrito Federal y no, naturalmente, de la propia Secretaria de Seguridad Pública

BM: ¿Considera que es necesario para el motociclismo que se analicen, reorganicen y reestructuren, tanto las leyes como los reglamentos, para equilibrar la balanza entre motos y los demás medios de transporte, proporcionando así mayor seguridad y libertad a todo motociclista?

MM: Sería indispensable, para ser concreto, que en caso de que se diera esta política, se estableciese toda una modificación de los reglamentos viales y de tránsito, precisamente para darles facilidades a las motocicletas.

BM: ¿Qué consejos puede brindarle, con base en su amplia experiencia como motociclista, a alguien que comienza a vivir esta pasión?

MM: Primero: que defina cuál tipo de motocicleta debe de adquirir con relación a su propósito; hay quienes en un momento dado quieren divertirse y lo quieren hacer en carretera, pero se compran unos vehículos que no son los idóneos; hay quienes quieren recorrer la ciudad y se compran unas máquinas que son de muy difícil manejo. Todo depende del propósito.

Segundo: que aprendan a manejar. Parece una verdad de Perogrullo, pero hay que aprender a manejar, y casi todas las casas serias, como BMW, entre otras, tienen instructores ex profeso para enseñarle a quien adquiera una motocicleta cómo manejarla, inclusive cuentan con lugares adecuados para impartir la enseñanza.

Tercero: que entiendan que los motociclistas no somos privilegiados para trastocar o romper las leyes de tránsito, que tenemos que cumplirlas y cuidarlas como si fuéramos automovilistas. ¡Por qué un motociclista va a cambiar de carriles, a cerrársele a los automóviles, a romper los límites de velocidad, a pasar a las bocacalles como loco, a estacionarse donde le dé la gana y subirse a las banquetas! Tiene que manejarse en su carril, respetar, pasar cuando pueda pasar y no sentirse omnipotente, porque va a perder la salud; puede perder la vida, puede molestar a los automovilistas y entonces viene en este último caso el reto de a ver quién puede más… ¡Y siempre va a poder más un automóvil que una moto, siempre pesa más!

Dr. Manuel Mondragón y Kalb

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