Desde que BMW desembarcó en 2019 en el Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike con una estructura oficial, el BMW Motorrad WorldSBK Team, los esfuerzos del fabricante alemán no han dejado de aumentar temporada tras temporada, y en paralelo también lo ha hecho su protagonismo en el Campeonato.
En ese 2019 llegaron los primeros podios del nuevo proyecto, conseguidos por Tom Sykes, que estrenaba su asociación con BMW con la entonces novedosa S 1000 RR. Desde esos éxitos iniciales hasta la primera victoria de la marca en esta nueva etapa transcurrieron tres años. El cajón más alto llegó el año pasado, de la mano de Michael van der Mark en la Carrera Superpole de Portimao, ya con la nueva ‘arma’ de la marca, la BMW M 1000 RR. La trayectoria del fabricante germano ha sido de constante progresión, aunque quizá no a la velocidad que sus responsables hubieran querido.
El éxito de Vd Mark puso fin a un paréntesis de ocho años sin que ningún representante de BMW se impusiera en una carrera. Ganar y visitar más frecuentemente el podio estaban entre los objetivos del curso pasado: Misión cumplida, ya que la marca firmó un total de cinco cajones en la primera temporada de la M 1000 RR, BMW triplicó los puntos conseguidos en 2020 y van der Mark escaló hasta el 6º puesto del Campeonato.
Pero el fabricante germano quiere más, mucho más en 2022: Aspira a establecerse en la cima de un Campeonato en el que ha protagonizado puntualmente momentos de brillantez y gloria, pero en el que no ha alcanzado nunca el título. Y se ha volcado como nunca para conseguirlo. La incorporación este año de Scott Redding al BMW Motorrad WorldSBK Team es toda una declaración de principios. Subcampeón en 2020 y 3º en 2021 en su segundo año con Ducati, el británico conformará junto con Van der Mark uno de los dúos más potentes de la parrilla. Los esfuerzos del tándem oficial se refuerzan con otra combinación nueva, formada por Loris Baz y Eugene Laverty, dos pilotos de reconocida trayectoria que se han integrado en el Bonovo Action BMW. Su experiencia contribuirá a la evolución de las máquinas, pero también a sumar puntos en el campeonato de Fabricantes.
En el apartado técnico, la evolución de la marca ha sido incesante. La BMW M 1000 RR se optimizó paso a paso en 2021, mejoró el chasis, dio un paso adelante en su electrónica y se reveló como una montura consistente, especialmente en mojado. “Nos ha faltado simplemente un poco en el rango medio y en potencia máxima, y eso es algo que estamos arreglando para el próximo año” avisó el director del equipo oficial, Shaun Muir, al final del pasado curso, y durante esta pretemporada ya se han visto los progresos. El fabricante pudo definir la línea a seguir en un primer test realizado en diciembre y, más recientemente, en ausencia del lesionado van der Mark, Redding ha liderado los siguientes pasos, que incluyen todo un despliegue de novedades técnicas, una evolución constante en la electrónica, el motor definitivo de 2022 o la reconfiguración del depósito de combustible.
“El desarrollo del motor está ahora al nivel que esperamos para WorldSBK” aseguró Muir tras el test de Misano. “Ahora estamos utilizando todas las revoluciones al completo según las regulaciones de la FIM. Además, la electrónica ha dado un gran paso adelante…”.
El desafío está servido, y será apasionante asistir al asalto de la armada BMW a la élite de la competición, especialmente en un año en que todos los rivales, han redoblado esfuerzos para conquistar ese mismo objetivo.
Fuente: 2022 YA ESPERA: BMW, ante el reto de asaltar la cima de WorldSBK