BMW Group inauguró oficialmente su nuevo “Campus de fabricación aditiva” en Oberschleißheim, no lejos de Múnich. En la nueva ubicación, que costó alrededor de 15 millones de euros, la producción de prototipos y componentes en serie, la investigación sobre nuevas tecnologías de impresión 3D y la calificación de empleados en todo el mundo para el uso de procesos sin herramientas se llevarán a cabo bajo un mismo techo. Alrededor de 80 empleados trabajan actualmente en el centro de competencia. Unas 50 plantas industriales de metal y plástico están en funcionamiento aquí y más de 50 plantas están en uso en otros sitios de producción en todo el mundo.
“La fabricación aditiva ya es una parte integral de nuestro sistema de producción global y está firmemente anclada en nuestra estrategia de digitalización. Las nuevas tecnologías como estas pueden reducir aún más los tiempos de producción en el futuro y explotar aún más el potencial de los métodos de producción sin herramientas”, dijo Milan Nedeljković, miembro del Consejo de Administración de BMW AG, Producción, en la inauguración.
La empresa lleva casi 30 años utilizando procesos de impresión 3D y fabricación aditiva. En 1991, todavía eran piezas prototipo para vehículos conceptuales; más tarde, series más pequeñas para el DTM, el Rolls-Royce Phantom, el BMW i8 Roadster o el MINI. El objetivo es hacer más económica la fabricación de componentes para la producción en serie de automóviles y acelerar los procesos de desarrollo. Solo el año pasado, BMW Group “imprimió” más de 300.000 piezas.