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EL SEGUNDO IRON BUTT: 1500 MILLAS EN 36 HORAS

EL SEGUNDO IRON BUTT: 1500 MILLAS EN 36 HORAS

“El mundo es nuestra zona de juegos”, dice el lema de la IRON BUTT ASSOCIATION (IBA, por sus siglas en inglés), un club internacional que registra y reconoce las largas travesías en motocicleta, modalidad conocida como ENDURANCE. 

Mi compañero, Edmundo Salinas Guajardo y su servidor Roberto Gutiérrez Fernández, participamos el 7 de marzo del 2008 en nuestro primer IRON BUTT reglamentario de Mil millas en 24 horas, Monterrey-Mazatlán-Monterrey. Con las BMW R1200 GS, lo cubrimos en 22 horas.  En nuestra segunda prueba de 1 mil 500 millas en 36 horas, logramos terminar con un tiempo de 29.32 horas. 

Tuvimos la satisfacción adicional de que combinamos las autopistas de alto nivel de tráfico, con carreteras de montaña, como la de Durango-Mazatlán, con más de mil 600 curvas.

La decisión

Teníamos ya más de ocho recorridos arriba de los mil kilómetros, cuando un buen amigo nos informó que en los Estados Unidos existía una asociación que registraba las competencias de larga distancia en viajes en moto ENDURANCE, que tenía más de 25 mil miembros, quienes practicaban el mismo estilo que nosotros. Además, ofrecía reconocimientos por los diversos desafíos que establecía su reglamento.

Por ello nos decidimos a participar. El tiempo no nos preocupaba, sino la resistencia y la seguridad. Con nuestras salidas de mil kilómetros como entrenamiento, fuimos ganando más confianza para enfrentar tan extenuante prueba.  Comenzamos nuestro segundo recorrido  IRON BUTT en una gasolinera, en las orillas de Monterrey. Nos ahorramos así una media hora de tránsito urbano.

El IBA exige conservar todas las notas de las gasolineras y los peajes para reconocer una prueba; se debe llevar una bitácora avalada por las firmas de dos testigos oficiales, que en esta ocasión fueron Raúl Treviño y Rogelio Orta, compañeros del Motoclub Halcones, A.C.

El trayecto

El 17 de junio salimos a las 20.00 horas; el tránsito era pesado, pero tras la segunda caseta elevamos nuestro promedio de velocidad. A los 304 kilómetros, era ya de 121.6 k.p.h. Más al llegar al Huizache, San Luis Potosí, se desató una tormenta; llegamos al libramiento de San Luis Potosí a la medianoche, pero no había gasolina. Tuvimos que seguir por otros 50 kilómetros, hasta la siguiente gasolinera en Santa María del Río. El aguacero era tan intenso que tuvimos la incertidumbre de abandonar el recorrido, pero decidimos continuar. Confiábamos en que amainara el diluvio. No fue así. Llovió durante más de ocho horas del recorrido total.

El 18 de junio, aunque ya con mejor tiempo, nuestro promedio de velocidad estaba debajo de lo estimado. Continuamos decididos a alcanzar nuestra meta. La lluvia y el agotamiento eran nuestros principales adversarios, pero nos habíamos entrenado para enfrentarlos.  Dos amigos del Motoclub Halcones, Carlos Mayer y Fernando González, decidieron acompañarnos desde Mazatlán, los 875 kilómetros restantes.

En el kilómetro 210 de la carretera Durango-Torreón, cumplimos 24 horas en motocicleta y 2070 kilómetros recorridos, empatamos nuestras máquinas y levantamos una mano en señal de triunfo con el dedo pulgar.  Poco después, el 19 de junio, a las 1.37 horas en Monterrey, finalizamos el IRON BUTT 1500 MILLAS EN 36 HORAS, con un total acumula – do de 2,442 kilómetros, a una velocidad promedio de 82.45 k.p.h., con un tiempo total de 29 horas 37 minutos: 6 horas con 23 minutos menos del tiempo reglamentario.

La conclusión

Superar una prueba de IRON BUTT no es una tarea fácil, requiere de preparación  y entrenamiento, en los que se vaya aumentando poco a poco la distancia, para que el motociclista vaya probándose en su capacidad de vencer al agotamiento y al sueño, sin recurrir a nada más que a un café matutino.

Esta prueba no se propone soportar el dolor y el cansancio irresponsablemente, sino superarlos; es tener la capacidad de disfrutar verdaderamente el conducir la máquina hasta el último kilómetro.

Es mantener la misma emoción de la partida durante 24 horas o más, permaneciendo siempre alerta, conduciendo con seguridad y responsabilidad durante todo el recorrido. En la pasión por conducir tu motocicleta es donde encontrarás la energía necesaria para lograr tu meta.

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