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Gerardo Seeliger: 3 Vueltas al mundo en moto

Gerardo Seeliger, 3 Vueltas al mundo en moto

Darle la vuelta al mundo es un sueño que muy pocos logran conseguir, la posibilidad de conocer diferentes culturas, diferentes sabores, descubrir diferentes maneras de decir hola, nuevos olores, es quizás una de las metas más emocionantes que puede tener un ser humano, imaginemos hacerlo 3 veces.

Gerardo Seelinger es un padre de familia, deportista olímpico, empresario y motociclista que ha conseguido volver este sueño realidad, darle la vuelta al planeta en una motocicleta.

Boxer Motors tuvo la oportunidad de hacerle algunas preguntas sobre esta experiencia,

BM- Dar la vuelta al mundo no es algo común, ¿cuántas veces ha podido hacerlo y qué diferencia ha habido en cada ocasión?

GS- Tuve la suerte de poder dar la vuelta al mundo en moto tres veces, siempre con buenos amigos. Cada etapa fue diferente, sobre todo porque fuimos con motos diferentes que condicionan el recorrido y porque quisimos conocer países, ciudades, culturas, tradiciones diferentes, y disfrutar la diversidad de rutas, paisajes, sensaciones.

BM- Antes de cada aventura, la planeación es vital, ¿Cuál ha sido la dinámica para dar la vuelta al mundo?

GS- El éxito de esta compleja aventura está en el trabajo en equipo. Dividimos el mundo en  20 etapas de 14 días, 3000 a 4000 km por cada una, en cada etapa 4 motos, 4 pilotos que se van turnando por relevos. Son las motos las que dan la vuelta al mundo, los pilotos hacen solo una parte, salvo los que repiten etapas. Pocos podían tomarse los 14 meses libres, pero sí podían hacer 1 o más etapas de 14 días.

Cada uno de los 60 pilotos se responsabilizaba de una tarea y cada semana antes de la salida revisamos progresos, problemas y aportamos ideas y soluciones, igual que en una empresa. BMW y los Clubs BMW de todo el mundo nos apoyaron mucho.

BM- Toda la planeación, ¿la realiza en forma personal, se apoya en expertos asesores que indiquen qué y cómo hacerlo?

GS- Todo fue un esfuerzo personal, sin expertos, pero al final todos nos convertimos en expertos. Eso sí, todos hicimos 2 cursos intensivos de mecánica y primeros auxilios médicos.

BM- ¿Cómo selecciona la motocicleta a utilizar?

GS- Tuvimos muy claro que tenía que ser BMW, sin lugar a duda. Dentro de BMW la moto ideal es la GS. La primera VM la hicimos con la 1100 GS, la segunda con la 1200 GS Adventure y la tercera con la GS 800. Cada una nos permitió hacer recorridos diferentes.

BM- ¿Cómo ha logrado que patrocinadores se interesen en un hombre que en realidad jamás se ha vendido?, ¿cuál es el retorno que se les ofrece, además de la aventura propiamente?

GS- La idea apasiona, entusiasma, se vende muy fácil. Pero después vienen los detalles, los exámenes con preguntas difíciles, el acid test.

Aprendimos mucho con las dudas de los patrocinadores, nos abrieron los ojos y el feedback fue buenísimo, rediseñamos muchos aspectos, vimos muchos peligros que no habíamos considerado con anterioridad, fue una aportación muy valiosa.

Pienso en la ropa, la elección de los neumáticos para cada etapa, los recambios, limitaciones por el peso, la documentación, carnet de Passage, los GPS, mapas, telecomunicaciones, patrocinio de Hoteles.

En cuanto al retorno, escribimos artículos, conexión por radio para la audiencia, programas de televisión, conferencias, fue un gran esfuerzo de comunicación, otra gran experiencia y aventura.

BM- ¿Considera que tiene habilidades o condiciones especiales que le han permitido lograr dichas hazañas?

GS- Lo tuvimos que aprender, partiendo de una pasión irresistible y una gran perseverancia. El resto se aprende, igual que en una empresa. De hecho, esta experiencia es muy similar a un start up.

Cada VM fue un start up con un equipo diferente, retos nuevos y diferentes, pero el mismo fin: que las motos llegasen bien a su destino, el punto de salida, después de 80000 km, 14 meses, cuidadas por 20 manos diferentes

BM- ¿El recorrido en moto ha sido un reto personal, una demostración a la sociedad?, ¿Qué lo motiva?

GS- Pasión por la aventura, perseverancia, capacidad de planificar, capacidad de comunicar con una inmensa diversidad de culturas, países, personas en situaciones extremas, capacidad de convivir, sentido de humor, ganas de aprender, capacidad de liderazgo.

Todo lo que se necesita para ser un buen empresario en una multinacional  exitosa.

BM- Viajar en solitario es muy diferente a en grupo, podría exponernos sus ideas al respecto:

GS- ¡Ambas son fascinantes! Viajar solo es un reto y una experiencia muy interesante, ya que necesitas el apoyo de personas desconocidas, te integras mucho más en el entorno, ya que dependes de él.

Hice solo, años antes, Alaska, Tierra de Fuego y me tuve que espabilar mucho, afrontando solo todo tipo de retos y desafíos. Cuando viajas con 3 compañeros estas como una burbuja, no necesitas relacionarte con el entorno, estás en una isla cultural, no dependes de otros y puedes dar la vuelta al mundo sin pedir ayuda, sin interacción con el exterior, que es muy enriquecedor. Pero en moto, si te caes en Alaska y vienen los osos, mejor estar en equipo, con tus compañeros. 

BM- De todos los miles de kilómetros recorridos (danos un aproximado), ¿cuál es su kilómetro más profundamente grabado en el alma?

GS- Son 80000 km por VM. Recuerdo con intensidad Namibia por sus desiertos, Uzbekistán por su soberbia arquitectura islámica, México por la música, comida, alegría, riqueza y diversidad cultural, historia cercana a la nuestra y su gente generosa, Tíbet por lo extremo de su geografía, belleza del Himalaya, la dureza, su espiritualidad, generosidad y sufrimiento de su pueblo.

BM- Antes que el motociclista está el ser humano, usted ha destacado en diversos campos. 

GS- Sí, y todo me ha conducido a desear realizar este sueño con amigos, lo recomiendo a todos los lectores.

BM- En cuanto al liderazgo, ¿cuáles son las diferencias y las similitudes de ser un líder rodando en la moto con ser un buen líder empresarial?

GS- En ambos, has de ver y anticipar la curva que se acerca y el abismo si no trazas bien.

Siempre hay que conducir la moto y la empresa con prudencia, anticipación y dosificar acelerador y freno. Hay que elegir, equipar y adaptar la moto y la empresa para cada terreno y elegir bien los compañeros de moto y de empresa, comunicar bien el plan, integrar, motivar, compartir penas y éxitos, delegar, planificar, visto así, es muy parecido.

BM- A partir de los viajes en moto, ¿cuáles son las lecciones o los valores que se podrían vincular para el crecimiento de una empresa?

GS- Implantar lo que he comentado en la pregunta anterior. Además, respeto, trabajo en equipo, ética, rigor en la planificación y en la ejecución y delivery, son la clave del éxito en ambos.

BM- Usted ha aportado estrategias al ámbito del head-hunting  ¿cómo se detecta el talento en un motociclista a diferencia de encontrar un talento en una empresa?

GS- Simplemente observando, conduciendo detrás, la preparación antes de la salida, sus prioridades, en que se fija, que es lo que le parece importante, respeto al resto de equipo, puntualidad, rigor en la ejecución, prudencia, respeto al entorno y a los otros usuarios de la carretera. En la empresa pesan los mismos valores y conceptos. Un buen empresario suele ser un gran motorista y un excelente compañero de viaje y aventura.

BM- La cultura, el arte, la gastronomía, la naturaleza y la sociedad cambian radicalmente en cada continente o provincia, ¿cuál es el mejor consejo para adaptarse y fluir en los distintos espacios?

GS- Estar abierto a diferentes sensaciones, dispuesto a probar, dejarse llevar por las diferentes experiencias, ver siempre lo positivo de cada cultura, de cada entorno, de cada experiencia. Repartir generosamente optimismo, positivismo, escuchar más que hablar, dar más que recibir, ayudar, preguntar, interesarse por cada persona, hacerles sentir que son importantes, por sencillos que sean. Se puede escribir un libro sobre esta pregunta tan relevante.

BM- ¿La globalización ha repercutido de manera positiva en viajar por las carreteras?

GS- Positiva y negativa. Las infraestructuras, los puntos de apoyo (talleres de BMW o de motos en general) hacen los viajes más sencillos y seguros. Pero añoro las experiencias y sensaciones de los viajes de motorista de los años 40 a 70 del siglo pasado que hemos leído y que nos han inspirado a todos.

80000 KM es una distancia inimaginable, dar la vuelta al planeta es una misión que solo los valientes se atreven a perseguir, y es que un viaje de estas proporciones tiene miles de caras positivas, pero también tiene sus tragos amargos, los largos periodos de separación de tu familia, los recuerdos y las historias perdidas, pero todo cambia cuando tienes oportunidad de compartirlo.

Los recuerdos de su viaje con su hija por Nepal, o los momentos en que su hijo Jorge se aburría en la parte trasera de su moto y leía comics, al final todas las experiencias tienen una enseñanza, en solitario o acompañado, Gerardo Seelinger está demostrando con ejemplo que el mundo está afuera, esperando a atrevernos a contemplarlo con los ojos bien abiertos.

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