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JESS STONNE: CUATRO PATAS SOBRE DOS RUEDAS

JESS STONNE: CUATRO PATAS SOBRE DOS RUEDAS

Jess Stone, Moxie y una BMW G 650 GS son las protagonistas de esta increíble travesía en la que se involucran a más de 90 países de América Central, Norteamérica y Sudamérica, Asia y Europa. Una peculiar aventura en la que destaca la compañía de una afelpada acompañante llamada Moxie; una pastor alemán muy especial que descansa en la parte trasera de la BMW de Jess durante sus viajes y nos muestra que una verdadera amistad puede trascender cualquier frontera. No obstante, Moxie no es su única acompañante, ya que, Greg, el esposo de Jess también viaja en compañía de este peculiar dúo, logrando así convertir una aventura en un peludo viaje familiar.

Jess no es solo una motociclista, es sin duda un personaje fascinante que nos demuestra que la persistencia y la pasión son la fórmula perfecta para materializar cualquier sueño. 

Stone, una chica de origen Canadience, la cual desde muy joven ha tenido un fuerte sentido de altruismo y de superación personal. Durante su carrera universitaria, esta chica tomó una decisión radical, que poca gente estaría dispuesta a considerar, con el afán de probarse a ella misma y salir de su zona de confort, exponiéndose a una experiencia completamente diferente, la cual involucraría dejar a un lado muchas comodidades, y cosas que muchos consideramos esenciales, tales como el agua y energía eléctrica, Jess decidió mudarse a África, en donde cambió por completo el rumbo de su vida, al grado de cambiar de carrera y graduarse en Relaciones Internacionales. 

Durante su estancia en el continente Africano conoció a Greg su actual esposo y acompañante en todas sus aventuras, fue él la persona que cultivó en Jess la semilla de la aventura, recorriendo con ella gran parte de este vasto continente en una motocicleta de baja cilindrada. Desde el principio Stone sabía que viajar de copiloto no era lo suyo, por lo que le insistió a su novio para que le enseñara a manejar moto, en ese momento ellos residían en Liberia, sitio en donde Jess se acercó de lleno al mundo de las dos ruedas, aprendiendo a manejar entre las calles de este gran país. 

Tras un arduo proceso de aprendizaje liderado por su esposo, al fin se sintió lista y fijaría una nueva meta, una mucho más compleja y ambiciosa, en la cual emprendería su primera travesía. 

Esta intrépida pareja decidió viajar al otro lado del mundo, comprar un par de motos BMW de mediana cilindrada y realizar un viaje de más de 8 meses, en el cual recorrieron gran parte de América, iniciando desde Norteamérica y concluyendo en Sudamérica. Greg tenía muy claro la marca de moto en la que lo harían, ya que estaba familiarizado con ella, sin embargo, para Jess esto resultó un cambio considerable en comparación a lo que ella estaba acostumbrada, saltando de una moto de TVS 160 cc a una BMW G 650 GS, Sin duda un cambio que de primera impresión intimido un poco a Stone, sin embargo, en el transcurso de su travesía por América no solo perdió ese temor, sino que también tomó un gran cariño a esta moto.

Nace una familia nómada 

Es incuestionable el amor que Jess y Greg se tienen mutuamente, al igual que el amor que tienen hacia el motociclismo y la aventura. Después de un viaje en el cual recorrieron juntos por gran parte de Latinoamérica, esta pareja se volvió a enamorar, pero ahora de un país. Les gustó tanto su destino que, tras unos años, Guatemala fue el destino que eligieron para mudarse y sin duda fue una decisión que dejaría una gran huella en la vida de estos aventureros, pero no cualquier huella, una huella peluda. 

En su estancia en el país, Stone nos relata su necesidad por tener una nueva compañía, ella buscaba tener un perro como mascota, pero tenía muy claro el tipo de perro que ella buscaba, descarto por copito la idea de tener un perro pequeño, ya que ella desde siempre anhelaba una raza de perro grande el cual más que compañía la hiciera sentir segura.

Tras una larga búsqueda del compañero perfecto para Jess, la pareja se enteró de que a pocas calles de su domicilio un vecino tenía dos cachorros de pastor alemán y sin pensarlo dos veces fueron a verlos. Cuentan que al llegar al sitio la pareja se acercó a uno de los cachorros, un perro hermoso, de patas blancas que llamaba la atención por su pelaje esponjoso, Jess se interesó por él y trató de acercarse, sin embargo, el cachorro mostró total rechazo indiferencia hacia la pareja esto provocó por poco el desánimo en la pareja, pero no fue hasta que conocieron a la cachorra, una perra de cara negra que desde el primer momento mostró un gran interés por Jess, “ella es” comenta Stone, quien junto a Greg decidió dar por nombre Moxie, quien con el pasar del tiempo se convertiría en parte de su familia.

Rompiendo paradigmas

Normalmente, cuando una familia desea emprender un viaje, deciden dejar a sus mascotas bajo el cuidado de alguien más, ya que llevarlos conlleva muchas dificultades, en el caso de la familia Stone fue completamente diferente, debido a que ellos tenían muy claro que querían una gran acompañante peluda a su lado durante todos sus próximos viajes, es por ello que pusieron manos a la obra, ideando e investigando alternativas con las cuales ellos pudieran llevar a cabo este sueño.

Explicaban que eran prácticamente inexistentes las opciones por las cuales esta pareja viajera pudiera llevar a cabo un viaje en moto acompañados de un perro de raza grande.

La alternativa más viable en el mercado en ese momento era la adaptación de un sidecar “un remolque” a la GS, no obstante esto repercutiría en gran medida en la forma de viajar de la pareja, ya que este tipo de remolques dificulta la conducción en algunos terrenos e impide su paso por algunos otros, eran muchos los inconvenientes que esta opción representaba.

Al darse cuenta de su problemática y que en ese momento no existían muchas formas viables de trasladar a un perro de raza grande en motocicleta, ellos más que una dificultad vieron una oportunidad. Este fabuloso trío se dio a la tarea de diseñar un aditamento para la moto que les permitiera viajar en compañía de Moxie, aditamento que posteriormente se convertiría en el K9 Moto Cockpit, el transporte perfecto para perros de cualquier tamaño que hoy en día se fabrica en Guatemala, dando así paso al nacimiento de la empresa “Ruffly” la cual desarrolla equipo especializado de camping para perros y distintos aditamentos para su transporte. 

“Escogí para la marca la palabra “Ruffly”, porque me gusta la palabra ruff, así que Ruffly era lindo, ¿sabes? Empezamos con collares, bandanas, arneses, realizaron muchos diseños en distintos colores, finalmente escogimos algunos productos. Pero no olvidaba que necesitaba una cama para Moxie, así que contacté a otras personas enfocadas a lo textil, sabía que quería una cama suave en el centro, que fuera a prueba de agua, fácil de guardar para llevarla en la motocicleta y funcional para cuando hacemos camping. Todo esto lo hice pensando en Moxie, y nos tomó un par de años sacar al mercado la Cockpit. ” 

(Jess Stone).

Moxie una motociclista innata

El siguiente desafío al que la pareja creería que se enfrentarían sería al hecho de enseñar a su perra a andar en moto. Ellos relatan que el proceso de aprendizaje de Moxie fue muy rápido, al grado de tomarles solo un fin de semana para que su acompañante peludo se familiarizara con la GS, por lo que esto no representó un obstáculo, ahora solo se tendría que adaptar al peso de su acompañante que se ubicaría en la parte trasera de la moto.

Jess estaba decidida a viajar por el mundo en compañía de su pastor alemán y lo logró.

Obviamente, no todo es fácil, ya que el hospedaje durante todos sus viajes se vio limitado por aquellos lugares que no permiten el hospedaje canino, solo algunos Airbnb tienen la flexibilidad de aceptar mascotas, de igual manera una considerable cantidad de campamentos restringen la entrada de cualquier mascota a sus instalaciones.

La trayectoria de este trío aventurero comenzó en Guatemala, pasando por México, teniendo en mente pasar por Estados Unidos, cruzar Canadá y finalmente llegar al Océano Ártico.

Dejando huellas

Después del proceso de adaptación de Moxie a la motocicleta, esta familia nómada se preparó para iniciar una nueva aventura…

Stone decidió tocar las puertas de la organización Girl Up, quienes se encargan de un desarrollo de liderazgo especializado en las niñas, este fue el primer paso para el desarrollo del ahora conocido proyecto de Jess llamado GoRUFFLY y ella nos comenta lo siguiente; “Reconozco que para todo motociclista viajar en moto por el mundo es su sueño, rodar por diferentes lugares, sin embargo, yo quiero que nuestra aventura signifique algo más, quiero que sea una algo más grande, así que como trabajé en Desarrollo Internacional por tanto tiempo, tengo conexiones con organizaciones sin fines de lucro, así contacte con Girl Up y sabía que quería hacer algo para ellas, pero estaba tan enfocada en GoRuffly que no tenía tiempo suficiente.

Entonces pensé como estoy haciendo este viaje alrededor del mundo porque no hacerlo como recaudadora de recursos para Girl Up. La meta es recaudar $100,000 dólares para la fundación, a través de donaciones”.

De regreso a casa

Tras haber vivido estas experiencias, la pareja se terminó de dar cuenta de una verdad evidente y es que ellos habían nacido para ser nómadas.

Al llegar al Océano Ártico, Jess, Greg y Moxie se dirigieron a Los Ángeles, donde estarán preparando la segunda parte de su gran aventura, en la que está entre sus planes próximamente volver a pasar por nuestro país, bajando a Guatemala, continuar por Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá; teniendo en mente volar a Colombia para viajar a Argentina y después volar a Sudáfrica, la cereza del pastel y etapa final de esta odisea terráquea.

La familia Stone aún piensa recorrer la India para después dirigirse a Malasia y después regresar a Norteamérica, posteriormente planean trazar su ruta en moto rumbo al lugar donde ellos consideran su segundo hogar “Guatemala”.

Tras una travesía extenuante recorriendo tantos lugares la familia Stone declaró lo siguiente; Esta aventura “GoRuffly” alrededor del mundo, la tenemos programada terminar en dos años y medio, todavía nos falta viajar por África, Europa y Asia y pienso que probablemente estaremos buscando un nuevo lugar para vivir, un nuevo país para asentarnos, porque podremos por dos años y medio manejar el trabajo de forma remota, así como hacemos ya, así que podemos vivir en cualquier país, así que estaré observando muy de cerca los distintos lugares que estaremos visitando, tengo en mente algunos lugares como Ecuador, España o algún sitio en Asia, no lo sé, pero el mundo está abierto para ser nuestro siguiente hogar. 

Tenemos la oficina de Guatemala que se encarga de la producción y administración, desde la oficina controlamos todo, rodamos por 4 días y resolvemos los pendientes de oficina los siguientes 3 días, cuando nos detenemos nos enfocamos en atender todo el trabajo.

Jess cierra con un memorable mensaje, dedicado a todas aquellas personas que poseen un espíritu aventurero, pero que aún no han tomado la decisión de iniciar su propia aventura; Si quieres hacer un viaje largo, lánzate a hacerlo y prueba, con la experiencia me he dado cuenta de que no necesitamos mucho, al principio empacaba cosas que nunca utilicé, pero está bien es parte del proceso de aprendizaje.

Quien está buscando vivir la experiencia de viajar con su perro, tengo que decir que es una experiencia reveladora, tener la posibilidad de viajar con tu perro justo detrás de ti, viajar con tu perro hace que todo sea mucho mejor. No solamente te detienes en la gasolinera para cargar combustible, te detienes para caminar o jugar con tu perro por alguna área verde, irás a alguna parte donde tu perro pueda sentirse libre en el entorno, que juegue o corra un poco, lo que es mejor para ti, porque te da la oportunidad de convertir una simple parada en un día de campo y así jugar y disfrutar con tu perro del lugar, hay muchos aspectos que hacen de tu viaje una experiencia completamente diferente, obviamente la atención en tu forma de manejo, cuando viajas solo, estás solo enfocado en tu motocicleta, en tu mundo, pero es completamente diferente cuando viajo con mi esplendorosa pastor alemán.

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