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JULIO ÁLAMO: #TOROENMOTO

El toro de Osborne es una silueta de unos catorce metros de altura, que un inicio solo tenía fines publicitarios, repartidos en países como Japón, México, Dinamarca y España y que fue el principal incentivo para que Julio Álamo, español fanático de las motos iniciara su proyecto “Toro En Moto”, con el que busca crear comunidad e incentivar el turismo en motocicleta.

Julio Álamo y su proyecto “Toro en moto”

El toro de Osborne es una silueta de unos catorce metros de altura, que un inicio solo tenía fines publicitarios, repartidos en países como Japón, México, Dinamarca y España y que fue el principal incentivo para que Julio Álamo, español fanático de las motos iniciara su proyecto “Toro En Moto”, con el que busca crear comunidad e incentivar el turismo en motocicleta.

BM: Julio, nos encontramos agradecidos por la oportunidad de entrevistarte, antes que cualquier cosa, nos gustaría, te pudieses presentar con el público de Boxer Motors ¿Quién es Julio Álamo?

JA: Julio es un tipo de casi 50 años, padre de dos hijas e informático de profesión. Mi pasión por los viajes en moto y la tecnología me llevaron a lanzar hace 7 años un blog llamado otroenmoto.com

Elegí ponerle ese nombre a mi blog, puesto que yo no quería ser el único protagonista de lo que ahí se publicaría.

Yo me sentía como otro más que rueda en moto, con ese nombre elegido para el blog, mi idea era poder compartir mis vivencias, pero sobre todo, las de otros moto viajeros.

BM: Estamos al tanto de “ToroEnMoto” ¿Podrías contarnos en qué consiste y cómo nació, qué es lo que pretende difundir?

JA: “ToroEnMoto” es una excusa para viajar en moto y fomentar la búsqueda de experiencias, mientras disfrutas de las carreteras secundarias, los paisajes, la cultura y la gastronomía de cada región.

Para ello te propongo el reto de alcanzar las casi 100 figuras del toro de Osborne que hay en España, México, Dinamarca y Japón. Un reto en cuatro países y tres continentes. Esta idea surgió durante un viaje en moto que yo hacía entre Madrid y Barcelona.

Aburrido por rodar por autopista, a la altura de Medinaceli decidí salir para descansar y en ese momento vi al toro de Osborne. Así que Intenté acercarme a ella para hacerle una foto junto a mi moto. Descansé solo un rato y volví a retomar la autovía. En el camino hasta Barcelona, es que vi otras figuras del toro, sería en el camino de vuelta cuando paré a fotografiarlos.

Días después, al ver todas aquellas fotos, es que me surgió la curiosidad de investigar cuántos toros habría en España, con la sorpresa de descubrir que también había en México y Dinamarca. El número total se completó hace dos años, con el último que instalaron en Japón.

BM: Llama la atención que no trate de una competencia, gente de todas las edades puede recorrer carretera a su ritmo. ¿Qué debe cumplir un biker para ser parte del reto, se debe registrar en algún sitio?

JA: El único requerimiento que hay es tener ganas de pasarlo bien y de viajar en moto. A veces sucede que a pesar de que esté en una propiedad privada, la casualidad o la persuasión puede marcar la diferencia entre el poder llegar o quedarse a las puertas.

Fue mi caso cuando intenté acceder a la figura que hay dentro del campus ubicado en Valencia, en la Universidad Politécnica.  A pesar de que algunos de los participantes del reto pudieron acceder para hacer la foto, cuando yo lo intenté no pude porque el personal de seguridad no me lo permitió. Así que me tocó hacer aquella foto desde el perímetro del campus.

BM: Tenemos entendido que actualmente estás en la fase 3 de tu proyecto y que no hace mucho estuviste por México, ¿alguna anécdota digna de contar por tu recorrido por nuestro país?

JA: He recorrido diferentes estados de la república en las tres ocasiones en las que he ido a México.

Entre ellos Baja California Norte, Baja California Sur, Jalisco, Estado de México, Sinaloa, Sonora y Puebla. En todos estos viajes, además de completar el reto “ToroEnMoto”, también tuve la oportunidad de participar en un rally que era de resistencia y rodar carreteras míticas como El Espinazo del Diablo o la Rumorosa. Anécdotas como tal no recuerdo, pero sí me llamó la atención aquellos primeros días de contacto con el tráfico de CDMX en plena hora punta. Poner Google Maps para ver la distancia a un punto, ver que indicaba tan solo 3,5 kilómetros pero 45 minutos en tiempo de recorrido. Tuve que chequear dos veces para asegurarme de que no había seleccionado ir caminando.

BM: ¿Qué planes son los que tienes a futuro para el proyecto de ToroEnMoto?

JA: El futuro de “ToroEnMoto”, pasa por seguir aprovechando oportunidades como es la que me habéis ofrecido desde Boxer Motors para darlo a conocer. En enero he podido asistir a dos de las concentraciones invernales más importantes de España para dar pláticas y poder vender todo el merchandising que yo mismo he creado para yo costearme el viaje a Japón.

BM: ¿Se vieron afectados o atrasados los proyectos de Toro en Moto por estos años tan complicados de pandemia?

JA: Obviamente, el COVID nos ha afectado a todos. En Europa y Asía, con restricciones de movilidad muy estrictas, fue imposible el haberse planteado ir a Japón en 2021. A pesar de esas restricciones, yo tuve bastante fortuna y pude hacer dos viajes en el año 2021. En marzo pude viajar en moto desde España hasta Túnez, en un viaje organizado por la Oficina de Turismo de Túnez en España, y en noviembre viajé a México para rodar por el estado de Baja California.

BM: Sabemos que además eres embajador de BMW Motorrad España, ¿cómo es que fue tu primer acercamiento con una moto BMW?

JA: Después de vivir cuatro años entre Escocia e Inglaterra, regresé a España y decidí retomar el montar en moto.

Después de haber tenido motos japonesas, me decidí a comprar una Triumph Tiger 800 con la que hice mi primer viaje en moto por Europa. Al volver de ese viaje, pensé en cambiarla por una moto más potente y así fue compré mi primera BMW GS 1200.

A partir de aquella, he tenido 3 más con las que he recorrido cerca de 300.000 kilómetros, pero yo siempre he sido fiel al concepto de motor boxer.

BM: Debes estar lleno de anécdotas ¿Tienes pensado condensar todas esas memorias en un libro quizá?

JA: Eso es algo que hasta empezar a pensar en el viaje a Japón nunca me había planteado. Pero ahora que voy viendo más de cerca la posibilidad de salir con destino a Matsunoyama, tal vez me anime e intente llevar al día un cuaderno de viaje para poder anotar todo lo que vaya pasando por el camino. Quién sabe si a futuro es que esas notas pudieran ser la base de un libro o si se quedan en un cajón olvidado durante décadas.

BM: ¿Cómo es que se ve el mundo desde una motocicleta?, ¿Hablas con tu moto?

JA: A mi mundo y a mi vida las veo totalmente diferentes cuando me subo a una motocicleta. La moto me ha aportado ilusión para vivir y de hacer cosas nuevas, me ha podido ayudar a encontrar a verdaderos amigos y también a olvidar de una manera rápida a otros que nunca lo fueron. Me ha enseñado a vivir y a viajar con muy poco equipaje, disfrutando de lo que llamo momentos de #micro_libertad. Aunque a mis motos siempre les pongo el mismo nombre, Mariona, por recuerdo a mi hermana pequeña; yo no soy de los que dicen hablar con ellas. Tal vez durante el viaje que me toque hasta Japón es que termine hablando con ellas.

Lo malo será si me responden.

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