Es importante hacer la aclaración de que, en México, normalmente no llegamos a unas temperaturas tan extremas como en otros países, donde el hielo, la nieve, las borrascas y demás condiciones meteorológicas, vuelven prácticamente imposibles las salidas en motocicleta, hasta que llegue un tiempo más benevolente.
En nuestro país, a excepción de algunas regiones del norte, tenemos la suerte de poder viajar en moto prácticamente durante todo el año, sin embargo, siempre es recomendable conocer y anticipar las probables condiciones del clima que nos va a tocar. En el mejor de los casos, esta providencia nos evitará una gran
molestia, y en el peor, ¡nos podría salvar hasta la vida!
Es bien sabido que una persona alcoholizada tiene problemas para llevar a cabo dos funciones al mismo tiempo, como frenar y meter el clutch; lo mismo acontece con las diferentes etapas de la hipotermia, que se presenta cuando la temperatura corporal disminuye por debajo del mínimo requerido para que nuestro
organismo funcione adecuadamente. Esta peligrosa condición provoca al principio leves confusiones, comportamiento errático, coordinación motriz pobre, pero la hipotermia se puede instalar en el organismo y agravarse más rápidamente de lo que uno pueda creer, llegando a situaciones verdaderamente críticas. Los síntomas típicos de una hipotermia son: temblores incontrolables, desorientación, castañeo de dientes, movimientos lentos y torpes que son indicación clara de que estamos en problemas; debemos saber identificarlos para detenernos de manera urgente, a la primera oportunidad.
La principal razón por la que nos enfriamos viajando en motocicleta, aun cuando vayamos bien abrigados, es que generamos muy poco calor al ir sentados en la moto. El esfuerzo físico y el movimiento generan calor. Sentados en la moto no hay tal esfuerzo.
Al emprender un viaje en climas fríos nos sentimos cómodos y calientes; a medida que avanza el recorrido notamos el incremento del frío. Muchos hemos experimentado malos e incómodos momentos que fácilmente pudieron evitarse si nos hubiéramos preparado adecuadamente; eso incluye la salida de domingo con un clima que parecía ideal a las nueve de la mañana. Con la aplicación de algunos simples consejos, que son el resultado de la experiencia de muchos motociclistas, así como de comentarios, artículos y reportajes en diversos medios, no nos debemos preocupar por sufrir molestias mayores, y mucho menos de llegar a padecer la temible hipotermia. He aquí algunos de estos consejos:
Protegernos adecuadamente antes de salir.
En los días fríos quizá uno se tarde entre cinco y diez minutos más al vestirse, pero les aseguro que valdrán la pena. Recuerden que el efecto aislante se refiere básicamente a dos factores: las capas que retardan la tasa de pérdida de calor del cuerpo, y la protección contra el viento que evita que éste se robe el calor. Los efectos refrescantes del viento a 120 km/h son verdaderamente asombrosos y cuando éste es frío, el asunto se puede tornar peligroso.
El principal problema que arrostraremos en la motocicleta durante los días fríos, es mantener a raya el viento. Precisamente el viento, y en especial el viento frío, como lo hemos comentado, es nuestro peor enemigo y deberemos hacer todo lo que se pueda para detenerlo. Esto nos ayudará, en mucho, a tener un viaje más cómodo, seguro y agradable.
Por supuesto que las motos equipadas con puños y asientos calefactables, aunados a grandes parabrisas, son de gran ayuda para conservar el calor.
Evitemos la ropa demasiado apretada. Se puede perder ese efecto del aire aislante caliente cuando se usa una chamarra, pantalones o botas que estén muy apretadas. Son esenciales las prendas adecuadas y de buena calidad, como guantes, chamarra, pantalón, botas, ropa interior larga, calcetas gruesas, cuelleras y balaclavas. Las partes del cuerpo que tengamos al descubierto funcionan como radiadores que dispersan el calor.
Vistámonos bien pues, con comodidad y protección. Recordemos que, con el factor viento, se puede estar expuesto a temperaturas de 0ºc cuando se circula a 120 km/h, con temperaturas de tan sólo 7 a 10ºC. Salir con ropa ligera, o con poca protección en días fríos, sólo impresiona a los tontos.
Hay que llevar con nosotros, puesta o en las maletas, la indumentaria necesaria para las peores condiciones de temperatura, ¡tarde o temprano las encontraremos! ¿Cuántas veces ese día agradable y soleado se convirtió en una pesadilla?
¡Nublado, frío, lluvioso y con fuertes vientos!
Por cierto, no se nos olvide proteger al pasajero igual que a nosotros. En muchas ocasiones quizá él no sepa
cómo vestirse de manera correcta; dependerá del motociclista que el pasajero lo haga bien, y así el piloto no se verá obligado a prestarle su chamarra calientita o sus guantes gruesos e impermeables. Especialmente si el pasajero es una dama, y el piloto un correcto caballero.
Reflexionemos ante esta sabia afirmación: “es más fácil mantenerse caliente que calentarse”. Por ello, hay que detenerse en la primera oportunidad cuando se empiece a sentir que el cuerpo se está enfriando.
Al detenerse, un chocolate caliente, una sopa y un caldo calentarán al motociclista mejor que un café o un té.
Si se puede entrar en algún lugar cubierto, hay que quitarse la mayor cantidad posible de capas de ropa, de esta forma el cuerpo absorberá el calor del recinto. Si es factible, también hay que separar y extender cada prenda para que absorba el calor del cuarto.
Si no puede entrarse en algún lugar cubierto pero el día está soleado, se buscará un sitio expuesto al sol y sin viento. No hay que sentarse en el suelo, concreto, piedra, metal o cualquier otra superficie que se robe el calor del cuerpo.
Igualmente, hay que quitarse la mayor cantidad de ropa y extenderla en el sol, preferentemente sobre superficies obscuras que son las que más atraen el calor. No hay que cesar en la búsqueda de nuevos accesorios que nos hagan sentir más cómodos y seguros. ¡Un amigo motociclista descubrió que los guantes quirúrgicos le funcionan de maravilla, bajo sus guantes de moto, en días lluviosos!
En este pequeño artículo sólo dimos un breve paseo por este importante tema: existen muchos más consejos y
recomendaciones. Hay que tomarse el tiempo de buscarlos y leerlos.
Por último, prestemos atención a lo que el cuerpo nos dice: la hipotermia puede atacar sin avisarnos. Repitámonos esto constantemente: ¡No soy Supermán! Posiblemente se pueda entonces admitir que de verdad ha llegado el momento de rendirse, antes de que sea demasiado tarde.