“Los viajes no son unas vacaciones: son un trabajo donde uno paga en vez de cobrar”, dice Miriam Orlandi, la trotamundos naida en Brescia, Italia y quien se define como “una persona que ama la vida, ama a su motocicleta y no tiene empacho en andar sola”. Por ello, esta fisioterapista tuvo la audacia de abandonar a su familia y a sus compañeros de trabajo para emprender una aventura solitaria. Lleva ya más de un año viajando por América del Sur y todavía tiene un largo trayecto por delante.
El itinerario original de Miriam comprende Alaska, el oeste del Canadá, un largo recorrido hacia el este de los Estados Unidos para luego regresar hacia el oeste a través de los estados sureños. Luego se interna en la Baja California, para cruzar el Mar de Cortés hacia la costa del Pacífico; atraviesa el centro del país hacia la costa del Golfo de México y de ahí hacia Yucatán; siguen las repúblicas centroamericanas, para continuar hacia Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
La motocicleta de Miriam Orlandi es una BMW R 100 GS modelo 1992, de dos cilindros, con potencia de 60 caballos de fuerza a 6500 revoluciones por minuto y 980 cc. Para su gran viaje cambió el tanque de 24 litros por el modelo “París-Dakar”, de 35, una medida esencial dadas las prolongadas travesías por regiones despobladas.
También instaló dos maletas de viaje, de 40 litros de capacidad. Según la propia Miriam, ella y su máquina son fantásticas cuando están juntas.
Miriam se preparó a conciencia para su viaje; en este esfuerzo agradece el curso especial de Stradanuova con Erika Mugnay, campeona italiana de moto-rally, con quien Orlandi estableció rápidamente una buena empatía; Miriam asimiló la técnica de la campeona a tal grado que ahora la aplica de manera instintiva.
Gracias a los modernos sistemas de comunicación, puede consultar a su maestra a lo largo del viaje. En las imágenes que Miriam ofrece en su sitio de Internet, se lternan las regiones inhóspitas como una gran extensión salada y la serranía de Bolivia-con las metrópolis sudamericanas.
La gente que la viajera italiana se encuentra a lo largo de sus andanzas, tiene el papel principal en muchas de las fotografías.
Miriam explica así sus motivaciones: “Adoro conocer gente, ayudar al prójimo, a los animales, a la naturaleza, tomar fotografías para capturar el instante que vivo… Me gusta toda la música digna de tal nombre, desde Vivaldi a Pink Floyd; hablo inglés, francés y español; cuando tengo oportunidad, cocino alguno de nuestros platillos típicos”.
Expresa igualmente su pasión por viajar en su amada BMW R 100 GS, amarilla y negra, que se ha convertido casi en una adicción. A esta viajera infatigable le gusta desconectar a veces su navegador satelital y perderse deliberadamente durante largos ratos, sin prisas ni planes, consciente de que en cuanto lo desee puede volver a activar su aparato y dejarse guiar por él. Para ella, este sistema es una vía para llegar a todos los lugares que siempre quiso conocer, así como para encontrarse con la gente.
El viaje de Miriam se ha ganado el seguimiento de diversos sitios de Internet y blogs relacionados con el motociclismo y con la aventura; un sitio argentino destaca la llegada de la aventurera italiana a la Patagonia. Y bromea respecto a la imposibilidad de que Miriam disfrute de un tentador asado argentino, ya que es vegetariana.
Todos pueden seguir a Miriam en su sitio de internet www.ioparto.eu, con las fotografías de cada lugar que ha recorrido a lo largo de estos meses. En la actualidad, la aventurera italiana cruza los paisajes áridos de Bolivia y sus imágenes recuerdan el testimonio de los primeros aviadores que exploraron desde el aire la América del Sur: las franjas donde se desarrollan las actividades humanas se hallan en medio de inmensas extensiones inhóspitas, las mismas que Miriam sigue recorriendo en su R 100 GS.