La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) anunció una medida que afectó el rendimiento de BMW en el Mundial de Superbike. Tras un análisis de los datos de competición de las primeras rondas, se determinó que la marca alemana debía reducir el flujo de combustible en 0,5 kg/h a partir de la prueba en Assen.
Evaluación y aplicación de la penalización
La decisión se basó en el sistema de concesiones del campeonato, el cual analiza el desempeño de los fabricantes utilizando un algoritmo desarrollado por la MSMA. BMW había superado el umbral de rendimiento establecido, pero no alcanzó el límite máximo, lo que llevó a la implementación de una reducción moderada en el suministro de combustible.

Impacto en las competencias
Esta medida obligó a BMW a replantear su estrategia en carrera, buscando optimizar la eficiencia de su motor sin comprometer la potencia. Aunque la reducción de flujo representó un desafío para la escudería, los ingenieros trabajaron para minimizar su impacto en el rendimiento global de la motocicleta.