Un descenso casi suicida al cráter en erupción del volcán congolés Nyiragongo; peligrosas maniobras de alpinismo en el Parque Nacional Yosemite, California; buceo profundo en pos de un tesoro pirata en Madagascar y el ingreso en el libro Guinness, como miembro del equipo más rápido en atravesar a remo el Atlántico.
Todo ello es el modo de vida, la rutina laboral del escocés Aldo Kane.
Kane, uno de los hombres de acción más destacados del planeta, ha convertido a la aventura en su profesión: dirige a la empresa “Vertical Planet” que ofrece consultoría de seguridad técnica, así como gestión de riesgos para los equipos de televisión y cine que operan en entornos remotos, hostiles y de alto riesgo en todo el mundo.
En su quehacer profesional ha trabajado con figuras mundiales del cine, como Henry Cavill y Tom Hardy; Aldo supervisó igualmente al elenco de The Avengers durante las escenas de riesgo.
El mundo desde una mira telescópica.
Aldo Kane creció en el Kilwinning, costa oeste de Escocia; desde niño sintió el llamado de la acción al aire libre.
Contaba apenas 16 años cuando resolvió dejar la escuela para unirse a los Royal Marines, el temido cuerpo de élite británico. Lo normal es que los aspirantes hayan cumplido al menos los 20 años, pero el adolescente superó aquel primer gran desafío, no sin pagar un precio extenuante. En las numerosas entrevistas que ha concedido, refiere la dureza extrema de la selección y del entrenamiento, que abarca seis meses en vez de seis semanas.
“Es el entrenamiento de infantería más difícil del mundo, sin excepción”
El joven escocés sirvió como francotirador en ese cuerpo durante más de una década; vio acción en Iraq y en Afganistán. Le tocó vivir el momento histórico de la entrega de Hong Kong a China y sirvió en Irlanda del Norte cuando todavía no sé lograban los acuerdos de paz.
Para él lo esencial fue que aprendió a sobrevivir y actuar en cualquier terreno, clima o estación. Frugalidad, resistencia, concentración durante periodos prolongados, fueron algunas de las capacidades que desarrolló Kane como soldado de élite.
Un nuevo uniforme.
Cuando terminaron sus días como militar, Aldo tuvo la fortuna de encontrarse con una nueva carrera, para la cual sus habilidades y su temple resultaban inapreciables: no hay muchos como Kane en el mundo.
Por ello, la BBC de Londres acudió a él como experto en logística para el documental en dos capítulos Expedición al volcán. El científico belga Benoit Smets y el geólogo británico Chris Jackson comandaban al grupo.
El trabajo de Aldo Kane, según la propia televisora inglesa, era “hacer que todos entren y salgan del cráter de manera segura”; el ex comando arriesgó su vida para que las cámaras y los expedicionarios llegaran lo más cerca posible del lago de lava. Los gases tóxicos, el magma, una erupción súbita… los peligros eran muchos y graves.
Por ventura, todo salió bien y, ante la comprobada capacidad de Kane, a esta encomienda le siguieron muchas otras: recorrió los territorios más hostiles del orbe.
Junglas, océanos, desiertos de arena y de hielo… Kane se ha aventurado en más de cien países. En muchos de ellos, a los peligros de la naturaleza se le suman los humanos. Junto a su gran amigo Jason Foxy Fox, Aldo se puso en contacto con verdaderos traficantes para que aparecieran en una serie televisiva.
Los accidentes no son raros cuando se recorre en automóvil una región sin caminos; en una ocasión, mientras trabajaban para una organización altruista, Kane y Foxy tuvieron que escapar a la embestida de un rinoceronte.
Aunque se diga que “los valientes andan solos”, Kane considera que durante una expedición por un territorio extremadamente hostil es vital la ayuda mutua.
Desarrolló su propio sistema para garantizar la supervivencia en esas condiciones, mismo que le ha dado los mejores resultados.
Se basa en cuidar primero que nada a su camarada de aventura, luego, cuidar su equipo, instrumentos, herramientas, víveres. Solamente en el tercer puesto figura él mismo.
Un francotirador debe permanecer vigilante durante periodos muy prolongados, no importa bajo cuáles condiciones.
Sabe que, en caso de ser descubierto, no habrá salida. Pese a todo, para el muchacho que era Kane en aquella época, resultaba emocionante. Y eso era lo que importaba.
El Récord Oceánico
La manera más difícil de ingresar en el libro Guinness es conseguir un récord con la naturaleza como desafío. Fue lo que Aldo Kane y sus camaradas emprendieron a bordo de una embarcación de remos: el reto era navegar desde Portugal hasta Venezuela solamente con la fuerza de sus músculos, sin apoyo logístico, sin escalas, de tierra firme a tierra firme.
El equipo Essence, integrado por Oliver Bailey, Jason Fox, Mathew Bennett, Ross Johnson y Aldo Kane, zarpó de Lagos el 7 de febrero de 2016. Fueron 3,308 millas náuticas en 50 días de viaje extenuante. Arrostraron olas de siete metros, sufrieron el acoso de un tiburón y su barquichuelo se volcó tres veces, pero los navegantes consiguieron mantenerlo a flote y reanudar la travesía. Los atletas remaron de manera sostenida, las 24 horas, mediante turnos de dos horas. El esfuerzo consumía 12,000 calorías diarias.
¿Por qué acometieron este reto? Por un propósito altruista: recaudar fondos para NSPCC, una organización benéfica dedicada a la protección de la niñez en la Gran Bretaña. Los aventureros consiguieron cien mil libras esterlinas una vez concluida su proeza.
Kane, entrevistado por The Sunday Herald, calificó a este viaje como la prueba de resistencia más larga de toda su vida. En su opinión, ni siquiera la guerra se compara a las exigencias de un ejercicio de esta clase: “En realidad no duermes más de aproximadamente una hora y treinta minutos como máximo. Entonces tu cuerpo nunca se está recuperando, solo te quedas roto. Cuando estás haciendo eso, no sientes todos los dolores y molestias, pero ahora todo es doloroso”
Una de las manos del escocés adquirió aspecto de garra; todas sus magulladuras se habían infectado y temía hallar algún coágulo en una extremidad.
Lo llevaron al hospital, pero venturosamente no había coágulo. Así, Aldo Kane, con su récord mundial en mano, se preparó a reanudar su vida de aventuras.
Éste es un trabajo para Aldo Kane.
Debería otorgarse un premio Óscar para la categoría de especialistas en seguridad durante las escenas de riesgo. Tal es precisamente la tarea de Aldo Kane y su empresa “Vertical Planet”.
Es un trabajo que pasa inadvertido para el público y para los críticos, pero sin él, los técnicos, las estrellas y los dobles de riesgo no podrían arrostrar eficazmente los mayores desafíos de un rodaje.
Desde los comienzos de la cinematografía, los camarógrafos y dobles se han expuesto al peligro para lograr las escenas emocionantes que llevan público a las taquillas.
Si el trabajo en un estudio implica riesgos, ya se puede imaginar lo que implica realizar secuencias en escenarios naturales.
Algunos técnicos han sucumbido durante sus labores.
Incluso con todos los avances modernos, el riesgo no cambia: rodar en parajes remotos y accidentados requiere toda la concentración del director y su personal, por ello se olvidan del entorno peligroso.
Kane y su equipo se encargan de todos los detalles que garantizan la seguridad de todo el equipo de filmación, así como de controlar todos los elementos que puedan representar un riesgo.
El trabajo de Aldo Kane comienza desde la planificación del proyecto: debe contemplar todo el material y equipo necesario para las escenas de riesgo y aventura, así como el material y equipo médico para atender las posibles emergencias.
Una de las producciones de televisión en que ha trabajado Kane fue Driven to extremes, para Discovery Channel Reino Unido, donde, por paradójico que parezca, tuvo la encomienda de cuidar a Superman, es decir, al actor Henry Cavill, durante las largas y agotadoras secuencias en el desierto de Taklamakan, China.
Las temperaturas de hasta 50 grados centígrados en el verano y la escasez de agua vuelven al territorio un desafío para cualquier expedición, pudiendo llegar a tener resultados graves y poner en peligro a quien no tenga la preparación necesaria para afrontarlas.
Kane expresó su simpatía por el actor de Superman, el británico Henry Cavill, quien demostró determinación, entusiasmo y energía en cada secuencia de rodaje, pese a la dureza de las condiciones adversas a las que se enfrentaron.
Más recientemente, Aldo Kane encabezó una expedición para la serie One Strange Rock, realizada para National Geographic en el año 2018, teniendo como anfitrión al reconocido Will Smith, con una amplia trayectoria.
El empresario y aventurero escocés, ha vivido toda clase de retos en las más diversas situaciones, con los elementos más complejos, gracias a su carácter como un trotamundos de la acción.
Sin embargo, más de una vez ha expresado su deseo de regresar a Escocia. Es como Odiseo y quiere el regreso a sus orígenes. Aunque, sin duda, una vez en su tierra volverá a sentir el llamado de la acción.