La BMW K1, introducida en 1988, representó un audaz paso de la marca alemana hacia el segmento de las motocicletas deportivas de turismo. Diseñada para cumplir con las estrictas normativas europeas de emisiones, la K1 incorporó un motor de cuatro cilindros en línea de 987 cc, refrigerado por líquido, que entregaba 100 hp a 8,000 rpm y un par máximo de 74 lb·ft a 6,750 rpm.
Una de las características más distintivas fue su avanzado diseño aerodinámico. La carrocería envolvente, desarrollada en túneles de viento, logró un coeficiente de arrastre de 0.34, posicionándola como una de las motocicletas más aerodinámicas de su tiempo.
La K1 fue pionera en la incorporación de la inyección electrónica de combustible Bosch y un sistema de frenos con discos delanteros gemelos de 305 mm y pinzas Brembo de cuatro pistones.
La BMW K1 dejó una huella indeleble en la industria motociclística. Su producción, que se extendió hasta 1993 con un total de 6,921 unidades fabricadas, demostró el compromiso de BMW con la innovación y la adaptación a las cambiantes normativas ambientales. Hoy en día, la K1 es considerada una pieza de colección, apreciada por su diseño vanguardista y su contribución a la evolución de las motocicletas deportivas de turismo.