Por los años 60, la compañía se encontró ante una decisión que, de haber sido diferente, podría haber afectado en gran medida al motociclismo actual. El dilema estaba entre abandonar el sector de motocicletas completamente y concentrar los esfuerzos en la rama automovilística -la cual prometía mucho más en términos de ganancias o bien, encontrar una manera en que ambas líneas de producción subsistieran.
Si bien se optó por la segunda opción, se dejó de lado la innovación en motocicletas; eso mantuvo a la marca, con sus modelos R60/2 y R69S, muy por debajo de la competencia italiana, británica e incluso japonesa.
Es por eso que, para volver a entrar al ruedo, se necesitaba una propuesta sumamente radical e innovadora. Es así que, en 1964, se contrató a Hans-Günther von der Marwitz, ex diseñador de Porsche, quien se puso a cargo del proyecto en el complejo de la compañía BMW en Spandau, cerca de la ciudad de Berlín.
Von der Marwitz asumió el reto con gran pasión y entereza. Su visión era seguir la tradición de Rudolf Schleicher, el legendario jefe de pruebas de BMW: construir una máquina que fuera lo más veloz y segura posible. La base de la serie /5 fue el desarrollo de un vehículo que se constituía por una sola pieza de transmisión, una cadena dúplex y un alternador automático de 180 watts que alimentaba un poderoso y nuevo sistema eléctrico.
La suspensión era telescópica, gracias a los leading-axle telescopic forks de la compañía Fichtel & Sachs. Asimismo, contaban con un nuevo double-loop frame. La ligereza que caracteriza a esta serie se logró gracias a que Von der Marwitz la privilegió en su diseño con el propósito de no afectar el performance de la máquina. De manera particular, la R60/5 alcanzaba una potencia de 40 CV con un motor de 600cc y válvulas de 38 y 34 mm, permitiéndole alcanzar una velocidad de hasta 99 m/h (159 kph).
Sin duda, podemos decir que el desarrollo de estos modelos fue un parte aguas para la historia del motociclismo BMW. Para el mes de julio del 73, y tras un gran éxito tanto en ventas (68,956 unidades producidas) como en posicionamiento, se le da fin a este icónico capítulo, dando broche de oro al 50 aniversario de motocicletas BMW.