El pez vela es uno de los más espectaculares cazadores del océano, pero son contados los afortunados exploradores que lo han visto en plena acción.
Nosotros tuvimos esa oportunidad cuando nos enteramos, por medio de unos pescadores, que en el Caribe Mexicano se estaban viendo muchos peces vela; todo indicaba que estaban de cacería y por ello decidimos organizarnos e ir a estudiar este fenómeno mediante fotografías y videos de alta definición (HD).
El acontecimiento se había visto en los primeros meses del año, en pleno mar abierto, como a 100 Km de la costa. El mar no prometía ser claro ni tranquilo, ya que en ese periodo todavía hay nortes.
Reunimos un grupo de 14 buzos de rango extendido para poder cubrir aquel fenómeno de la naturaleza. Muchos de los integrantes del grupo nos preparamos físicamente para adquirir la condición necesaria y así poder nadar con estos majestuosos animales; sabíamos que la experiencia nos iba a demandar nuestro máximo esfuerzo.
Viajamos con todos los equipos necesarios: aletas largas, visores y snorkel de diseño hidrodinámico; trajes de camuflaje, cámaras y adaptaciones al equipo para una mayor eficiencia en las maniobras de filmación.
La caza en equipo
Los peces vela cazan en grupo con una estrategia muy bien planeada: primero comen aproximadamente 13 a 14 animales, empezando por los más adultos. Los juveniles actúan abajo, cerrando las posibilidades de que las sardinas escapen hacia la profundidad.
Cada uno de los peces vela se da su tiempo para alimentarse; la espada la utilizan para lastimar a la sardina y cuando ya la tienen atontada, de inmediato abren la boca y se la comen.
Estuvimos muy cerca de ellos, a escasos diez cm, y siempre supieron medir las distancias: nunca nos tocaron. Los peces vela devoraron al cardumen de cientos de sardinas. Cuando ya quedaban pocas, todas estaban lastimadas. Estas quisieron escapar hacia el fondo, entonces bajaron dos o tres peces vela a dirigirlas hacia la superficie; para frenarlas abrieron la vela y marcharon hacia atrás.
Los adultos son los primeros en comer, para dejar a los jóvenes después. Mientras más obscuros están los cuerpos de los velas, están más cansados. ¡Cambian de colores como en un espectáculo de luces! Forman rayas plateadas o azules en el cuerpo y las aletas. Creemos que esto forma parte de su lenguaje.
Nuestro objetivo en este reportaje es el de presentarle estas imágenes al público, a fin de que la gente se sensibilice hacia estos majestuosos seres marinos y así podamos todos cooperar en su conservación.
Cada animal de tierra o mar pertenece al ciclo de la vida y cualquier cambio afecta a todo el ecosistema. Es maravilloso que tengamos este tipo de fenómenos en México, nuestro país, al cual yo considero quizá el de mayor variedad subacuática del mundo.
Pero tenemos que cuidarla y eso está en nuestras manos.