En esta ocasión, Gonzalo tratará de romper un récord Guiness consiguiendo recorrer de la Patagonia a Alaska en 33 días o menos.
Con más de 40 años de experiencia en el mundo del motociclismo, Gonzalo Larrañaga, originario de la CDMX, pero radicado en Quintana Roo, ha dedicado su vida al cuidado del medio ambiente, y a transitar infinidad de caminos.
Su principal reto es con él mismo, ya que busca cruzar el continente americano y no solo eso, también conseguir un récord Guiness para México, cruzando más de 23 mil kilómetros en 33 días o menos, se sabe preparado para lograrlo.
En Boxer Motors tuvimos la fortuna de contar con la presencia de Gonzalo Larrañaga y entrevistarlo de primera mano, fue algo increíble de inicio a fin.
BM: Gonzalo, el equipo de Boxer Motors se encuentra muy contento de poder platicar contigo cara a cara, pese a que seguido has realizado viajes a la CDMX, vivir el tráfico de la Ciudad es siempre una experiencia, ¿cómo lo viviste tú, tuviste complicaciones al llegar?
GL: El llegar a mi destino fue complicado, yo soy de Ciudad de México, pero llevo tantos años viviendo en Quintana Roo, que la CDMX representa todo un reto para mí, han hecho tantos puentes que me confundo, no sé por dónde circular; aunque para mí en moto es mucho más fácil que ir en auto.
BM: Aunque eres una figura reconocida en el medio, nunca está de más el presentarse, ¿cómo es que nació ese espíritu aventurero tan característico, tuyo, qué lo determinó?
GL: Yo inicié desde muy chico en el mundo del motociclismo, me considero un hombre de retos, me gusta llevarlos a cabo y cumplirlos, a la fecha he conseguido todo lo que me he propuesto.
Empecé desde muy niño andando en moto, en un inicio eran motos prestadas, ya que mis padres no tenían intención de regalarle una motocicleta a su hijo menor de edad por el riesgo que representaba.
Posteriormente, crecí, me desarrollé aquí, en la CDMX y poco a poco fue que empecé a subir de cilindrada; todo fue de forma empírica ya que no existían escuelas que enseñaran motociclismo.
BM: Tienes un gran amor por el buceo y el mar en general, cuéntanos un poco más.
GL: Soy buzo espeleólogo, me encuentro desde hace varios años radicando en Playa del Carmen en donde se practica mucho esta actividad, y soy instructor de buceo, actualmente puedo decir que tengo una vida bastante cómoda y muy divertida.
BM: Por seguridad sanitaria viste retrasado tu viaje de la Patagonia a Alaska. ¿Cómo se fue gestando en Gonzalo ese espíritu nómada de siempre ir tras lo desconocido y no parar?
GL: Siempre he sido muy inquieto, desde niño, una vez me pregunté quién podría tener el reto de cruzar América en el menor tiempo y encontré a una pareja de ingleses de apellido Sanders, que lo logró en 47 días, posteriormente alguien más lo hizo en 35 días, lo cual me inspiró.
BM: Has montado sobre una motocicleta por muchos años, incluso antes de que la gente se acostumbrara a ver un motociclista irse de aventura, fuiste un precursor sin duda.
GL: Soy un motociclista que mayormente viaja solo, eso me exige ser muy cuidadoso y al mismo tiempo es una especie de terapia.
Además, eres menos peligroso para la gente si te ven solo, que con un determinado grupo, así, se te acercan más y no generas desconfianza.
Cuando yo empecé a salir, viajaba a Quintana Roo, antes de irme a vivir ahí, en la carretera no se veían motocicletas de viaje. Los niños se querían acercar, pero me veían raro, no estaban acostumbrados a ver gente en una motocicleta, en Cancún podríamos decir que fui precursor. De hecho, soy la segunda persona que llegó en moto a establecerse en esa zona, en ese entonces, las motocicletas se importaban desde Florida, USA, lo cual era bastante complicado.
BM: La gente que desee ayudarte a lograr romper el récord Guiness para México ¿De qué forma podría participar?
GL: Pueden adquirir los jerseys oficiales del reto
America’s Challenge, se encuentran en dos versiones: con fondo blanco y en negro.
En la compra de estos, el diseñador Joel Larrondo hará una aportación que va a ir directo a fondear el viaje con el que pretendo romper el récord mundial.
Los jerseys están personalizados, llevan tu nombre, tipo de sangre, marca de moto y lo puede hacer de todas las medidas.
Para poder analizar todas las opciones de ayuda o apoyo a este proyecto, por favor contactenos
directamente en link adjunto (clic aquí) o mandé mensaje por WhatsApp al número 9841503550.
BM: Habiendo recorrido tantos kilómetros, ¿Se llega al punto en que te conozcas al 100% o cada vez descubres algo nuevo de tu persona?
GL: Viajar en motocicleta es de las mejores terapias que hay, porque descubres tus virtudes pero también tus debilidades. Si tienes buen
manejo, y has desarrollado tus habilidades, los retos del camino no te deben de preocupar, puedes estar más consciente de ti, sin perder la vista al horizonte.
BM: ¿Qué consejo le puedes brindar a alguien que por primera vez desea irse de aventura?
GL: Si viajarán en solitario hay que considerar el nivel y la resistencia que se tiene en la moto, el equipo de protección también es importante. Mi hermano Jorge, también motociclista, me aconsejó siempre llevar un silbato, por si tenemos algún percance y quedamos fuera de la carretera, estamos perdidos o lesionados; el silbato llama la atención de las personas.
Es importante estar hidratado y con las herramientas suficientes, una ponchadura o cualquier otro inconveniente te podrían dejar por mucho tiempo tirado y sin comunicación alguna.
Recomendaría no viajar de noche, puesto que además de la inseguridad actual, el peligro aumenta por diversas razones, entre otras, las salidas inesperadas de animales que a corta distancia es complicado esquivarles.
BM: Tanto en el océano como en carretera ¿Qué es lo más impresionante que has visto?
GL: En mis viajes he observado luces desconocidas en el cielo nocturno. Al recorrer carreteras desoladas en donde también he podido observar animales de aspecto raro, no fenómenos ni nada inexplicable, pero criaturas que, por la noche o por alguna circunstancia, no se ven normales. Del mar algo que me atrapa es el comportamiento de la fauna marina, podría estar buceando en el mismo lugar varias veces y siempre descubrir algo diferente en la zona.
BM: ¿Cómo mantienes siempre la pila arriba y qué tan tolerante eres a la frustración?
GL: Para mí “vida es movimiento”, es uno de mis dichos, tienes que moverte o te puedes estancar.
Respecto a la frustración, debo decir que uno no puede medir su fuerza y capacidad si no experimentas la adversidad. He tenido proyectos que no he concretado más, no quito el dedo del renglón, por ejemplo; mi proyecto del museo del mar, que he tenido que postergar debido a trámites burocráticos.
BM: Sobre tu proyecto de preservación del mar también tenemos conocimiento, ¿nos podrías contar de Ocean Defenders?
GL: Ocean Defenders es mi asociación civil que, como el nombre lo dice, se encarga de defender y limpiar el mar. Constantemente gestionamos ayuda para llevar a cabo la limpieza de distintas playas.
Las playas de Quintana Roo están contaminadas, no porque la gente local sea sucia, sino por el mal manejo de la basura cerca de ríos y mares de Centro y Sudamérica; las corrientes ascendentes suben todos estos desperdicios depositándolos en las playas.
Mi otra asociación se llama “Levántate y Vuela”, es un programa que ayuda a gente con capacidades limitadas a través del buceo, a tener una experiencia única.
Gracias a esto, hemos podido presenciar actos tan increíbles como el que una persona se desprenda de su silla de ruedas y vuele en la ingrávida del océano.
BM: Si los lectores que nos están leyendo en estos momentos desean ser un defensor del océano, ¿de qué manera se pueden acercar para formar parte de su brigada o donar a la noble causa de conservación marítima?
GL: Si tienes una carrera vinculada al mar, puedes colaborar con nosotros, ya sea participando en campo o donando; contactanos por nuestro sitio web oceandefenders.org.mx Recuerda, todo
lo que llega a nosotros se invierte en el cuidado del mar.
Proteger el mar no es solo para salvar al medio ambiente y ser conscientes, también se trata de ayudarnos a nosotros, el preservarnos como especie, es nuestra responsabilidad.
BM: ¿Qué sigue en tus próximos proyectos?
GL: Tengo varios proyectos en mente, por ejemplo, tengo la intención de hacer un recorrido de Ciudad del Cabo al Estrecho de Bering. Pero esta será otra aventura, y tanto en este caso como en el proyecto actual se requiere ayuda para hacerlo.
En ambos casos, una productora está desarrollando contenido para grandes plataformas de medios.
BM: ¿Qué consejo le ofreces a los lectores que desean aventurarse, pero no se atreven, por diversas situaciones?
GL: Viajar en moto es complicado porque te cae lluvia, frío, calor, hambre, sed, etc.; sin embargo, vale la pena por el camino, vas disfrutando de los paisajes, la gente, olores y variedad de gastronomía, esto no tiene precio. Lo desconocido nos da aprendizaje.
Si tienen un empleo, negocien sus tiempos. Siempre se puede lograr una escapada para rodar, es importante tener en cuenta que lo que se quiere en la vida, se puede obtener si se lucha por ello. Por imposible que parezca, siempre hay forma.
BM: Regresando a hablar del enorme reto que piensas hacer de Alaska a Usuhaia, ¿cómo es que pretendes romper un récord mundial?
GL: La idea nació principalmente al ver los tiempos que otros aventureros tienen registrados, pienso que para mí es un récord posible de superar. Con el tipo de manejo tan constante que tengo, creo que puedo hacerlo sin ningún problema. La clave es la constancia antes de pretender ir lo más rápido; planeo lograrlo en 33 días o menos. Tengo contemplado realizar el recorrido en el menor tiempo posible, sin embargo, debido a la pandemia me he visto forzado a planificarlo mejor, ya que en cada frontera me pedirán pruebas para el covid-19 y esta modalidad me atrasará.
BM: Por último, un saludo y algunas palabras a nuestro público lector de Boxer Motors.
GL: Yo recomendaría salir a hacer lo que deseen, no se esperen porque el día de mañana puede ser muy tarde. Cada segundo de la vida es valioso y hay que aprovecharlo, ya que la felicidad solo es resultado de hacer lo que en verdad amas.