Iron Butt: 5000 Millas en 5 días

Iron Butt: 5000 Millas en 5 días

Miembros del Moto Club BMW Halcones de Monterrey.

Llegó el día tan esperado, lunes 5 de septiembre del 2011, a las 12:00 horas: la emoción nos inspiraba un compromiso de terminar nuestra prueba sanos y salvos, de hacer bien las cosas, de escudriñar en nuestras mentes todos los recursos de defensa practicados con meses de antelación en contra del cansancio y la fatiga, nuestros peores enemigos.

Nos pusimos como regla que dejaríamos de circular si cualquiera de los dos acusaba sueño y cansancio desmedidos, la seguridad iba a ser lo prioritario en todo momento. Unos minutos antes de la salida cumplimos el registro de las lecturas de los odómetros de nuestras motocicletas, por parte de un testigo autorizado, según lo requiere la Iron Butt Association. El mismo procedimiento se repite al regreso con las lecturas finales.

La primera etapa de esta descomunal prueba iba a ser cubrir un recorrido de mil millas antes de las 12 horas del día siguiente; salimos de nuestra ciudad de Monterrey, pasamos por la aduana de Laredo y nos internamos en Estados Unidos. Después de las primeras tres horas de recorrido de las 120 programadas, cargamos gasolina y seguimos hacia San Antonio, Austin, y Dallas; estábamos ya a 900 kilómetros de Monterrey con 11 horas conduciendo nuestras motos. Nos deteníamos solo para reabastecernos de gasolina y refrigerios.

Atravesamos el Estado de Arkansas y arribamos a las afueras de Memphis, Tennessee, a las 8:00 horas del seis de septiembre, sin haber dormido durante toda la noche. En ese momento estábamos cumpliendo las primeras mil millas y decidimos llegar a un hotel, puesto que nos quedaban cuatro horas libres para dormir y descansar.

Comenzamos las segundas mil millas en Memphis; teníamos 24 horas más por delante, íbamos a pasar por Saint Louis, Missouri, luego por Chicago para llegar a algún lugar en Wisconsin; ya descansados con esas cuatro horas de hotel, empezamos nuestras segundas mil millas.

Nuestra velocidad en todas las autopistas en EUA era de unas diez millas por hora por encima del límite autorizado, aproximadamente a 85-90 millas por hora. Utilizamos un radar, dos intercomunicadores para cada casco y un GPS: con estos elementos pudimos evitar problemas con la policía, comentamos entre nosotros las incidencias del momento, nos mantuvimos atentos en nuestro manejo todo el tiempo, y seguimos con acierto la ruta preestablecida. 

Durante nuestro recorrido en estas segundas mil millas, Roberto tuvo la idea de dormir las cuatro horas disponibles durante la noche, no en la mañana, como lo hicimos el primer día, lo que nos permitiría aprovechar al cien por ciento la luz diurna. A partir de ese momento nuestros siguientes recorridos cotidianos fueron de ese modo.

Con ese nuevo horario, el segundo día llegamos a dormir a las 2 a.m. a Madison, Wisconsin, continuamos a las 6 de la mañana a Minneapolis, Minnesota, donde completamos a las 12:00 horas nuestras segundas mil millas.

El miércoles 7 emprendimos nuestra tercera etapa: íbamos a pasar por Minnesota, Dakota del Norte y Montana. En ese tramo recorrimos la carretera 94, una autopista muy solitaria, con poco más de 1,200 millas, la recorrimos de Este a Oeste de los EUA, a menos de 120 millas de la frontera de Canadá, en paralelo a ella. Durante este recorrido, en la milla 94, exactamente, una de las motocicletas, la GS-1200 modelo 2009, cumplió los primeros 100,000 kilómetros recorridos, por lo que decidimos detener la marcha y celebrar con fotografías del odómetro y el letrero de la milla 94, aprovechando igualmente un atardecer espectacular.

Salimos ya pardeando de Dakota del Norte y entramos a Montana, donde nos habían advertido en una gasolinera tener cuidado en la noche con los venados; reducimos la velocidad y llegamos ya tarde a Billings, Montana, donde tuvimos problemas para hallar habitaciones disponibles. Hasta después de una hora encontramos hotel donde dormir, con un sueño reparador, nuestras ahora tres horas restantes.

El jueves 8 muy temprano salimos de Billings hacia Casper, Wyoming, por la autopista 25, que recorrimos de Norte a Sur. Después de rodar 400 millas por una magnífica carretera curveada, llegamos a Casper para cumplir con las terceras mil millas. En Casper comimos ligero y descansamos una hora y media; comentamos que hasta ese momento estábamos pasando por más de la mitad del reto, ya solo teníamos por delante 2,000 millas y vimos que nuestra capacidad física y de concentración estaba en óptimas condiciones para continuar nuestra descomunal prueba.  Revisamos nuestros números y nuestros tiempos: observamos que al final podían faltarnos 200 millas, por lo que decidimos desviarnos para ajustar esas 200 millas hacia Vail, Colorado, llegar a Denver, voltear a la derecha hacia Vail y retornar por la misma vía, una idea que nos motivó a ver las Montañas Rocallosas y sus nieves eternas.

Listos y muy animados para emprender la cuarta etapa, íbamos de Casper Wyoming para finalizarla en el Paso, Texas, lo cual cumplimos a cabalidad y con gran espíritu combativo. Por cierto, en este recorrido tuvimos el segundo aguacerito de menos de diez minutos, lo que no impidió continuar al mismo ritmo. Aquel primer aguacero fue el primer día en la autopista de Monterrey a Laredo; el tercero cayó en Vail, Colorado, con ocho grados de temperatura.

El viernes 9 se iniciaba la última etapa, el recorrido era dejar el Paso, Texas, tomando la Interestatal diez, donde prácticamente nos sentíamos ya en casa; descansamos en San Antonio un par de horas y seguimos hacia México; pasamos la frontera a las ocho de la mañana del quinto día, el sábado 6 para arribar a nuestra meta en Monterrey antes de las 11:00 horas. Ahí nos esperaba nuestro testigo autorizado por la Iron Butt Association, para tomar las lecturas de los dos odómetros, en el mismo sitio donde habíamos salido cinco días antes, tras más de 5,000 millas recorridas con nuestras motocicletas BMW GS-1200 Y R-1150 RT. Por cierto, con ninguna sufrimos problemas de ningún tipo. De lo contrario, hubiese sido imposible realizar la prueba completa. Sólo se nos acabaron los hules de las llantas, que terminaron “chatas” debido a la abrasividad de las carreteras en los EUA.

Roberto concluye:

Un viaje de esta naturaleza al final se siente efímero, habiendo sometido al máximo nuestras fuerzas físicas, mentales y mecánicas de las motos, se convierte en una página más de nuestra historia como motociclistas, con honda huella en el recuerdo, lo que será gratificante, como siempre lo es cumplir el sueño que todo motociclista alguna vez se atrevió a volver realidad. Seguramente para algunos compañeros BM’s con harta experiencia, esto no es ni tantito necesario.

Tal vez para otros será imposible realizar un proyecto así. Es algo que no tendrá importancia si se quedase en el mero pensamiento, en vez de realizarlo. Por tal motivo es nuestro deseo compartir este viaje de ruta, que exige una excelente condición física y mental, pero ante todo, un deseo enorme de realizarlo. Para ello estará presente la ayuda de Dios, con su compañía en nuestros manubrios.  La combinación del tiempo de recorrido, el clima, las ganas, la experiencia, la moto, hace posible este tipo de recorridos. La disciplina, la valentía, un poco de suerte y el arrojo, son elementos imprescindibles para lograr cualquier meta que se proponga uno en la vida.

Resultados:

  • Millas recorridas: 5,273, que equivalen a 8,500 kilómetros.
  • Horas de recorrido en 5 días: 119.
  • Horas efectivas de motocicleta al día: 16.
  • Horas de descanso por día: 8  horas al día para dormir, carga de gasolina y comidas.
  • Distribución del tiempo por 5 días: 79 horas efectivas de moto, 20 horas de sueño y 20 horas para alimentación y descansos.
  • Cargas de combustible: 36 con comprobantes de gasolina que se envían a la IBA.
  • Infracciones de tránsito: NINGUNA.
  • Carreteras utilizadas: Autopistas 90% y 10% zonas curveadas.
  • Estados visitados: 14.
  • Condiciones climáticas: calor de 20 grados mínima, 30 grados máxima en el día y de 8 a 15 grados durante las noches en todo el trayecto.
  • Satisfacción Personal: con lo vivido en todo el trayecto, 100% satisfactorio
Scroll al inicio