El modelo R5, se presentó en 1936, con el nuevo motor de 494 cc, con válvulas a la cabeza, una planta de fuerza que se considera un notable avance en el desarrollo de los modelos de dos cilindros opuestos, conocidos como “flatt-win” en el mundo anglófono, y que habían de mantenerse vigentes durante generaciones.
Este bóxer “cuadrado” (68 de diámetro por 68 cm de carrera) aún permitía reconocer a sus predecesores, sin embargo, fue el precursor de un nuevo campo, con la adopción de un doble árbol de levas accionado mediante cadena, una solución que permitió recortar la barra propulsora y aumentar las revoluciones.
Gracias a ello, la máxima potencia se elevó hasta los 24 HP, a 5, 800 RPM, lo que incrementó a su vez la velocidad máxima a 140 KPH.
A esta innovación se sumaron otras: un nuevo chasis de acero tubular, con perfil ovalado, fruto de la experiencia y las investigaciones de la compañía, proporcionó una mejor rigidez que los modelos anteriores.
Este novedoso chasis contribuyó también a que la R5 pesase apenas 163 kilogramos; otro progreso revolucionario fue la suspensión perfeccionada gracias a la horquilla telescópica, que era una innovación absoluta en aquel momento.
Estas características permitieron mejorar la maniobrabilidad. Todo ello además presentado con una estética muy depurada y a un precio muy razonable. La R5 se mantuvo en producción hasta 1937.