Somos una organización civil conformada por profesionistas en diferentes áreas, así como familiares y amigos de víctimas de accidentes de tránsito; nuestra finalidad es comunicar de manera activa, sencilla, pero eficaz, todos aquellos elementos que nos ayuden a entender y practicar una conducción amable.
El 70% de las colisiones entre una motocicleta y otro vehículo se produce porque el conductor de este último no ha visto la moto.
Ante estas contundentes estadísticas no podemos esperar que los otros conductores hagan algo al respecto. De hecho, casi siempre el otro conductor no provoca el percance a propósito; por ello, como motociclistas debemos permanecer en todo momento alertas a lo que sucede a nuestro alrededor. Les aconsejamos incluso a los motociclistas experimentados que no olviden el proceso SEE, aquel en el que de forma consciente o inconsciente:
- Sondeamos
- Evaluamos
- Ejecutamos
Examinemos cada uno de estos pasos.
Sondear
Observemos cuidadosamente todo lo que nos rodea; a veces mis amigos piensan que exagero cuando les digo que con la moto se desarrolla una vista periférica, en esa observamos muchas cosas sin tener la necesidad de mirarlas directamente: nos percatamos del vehículo que quiere girar, del conductor que no nos ha visto, del perro que se acerca, incluso nos damos tiempo de encontrar rutas de escape cuando detectamos alguna situación de riesgo. Por ello es muy importante observar.
Evaluar
Aquí debemos pensar rápidamente en la manera en la que los riesgos pueden llegar a convertirse en un peligro para nosotros; es el momento en el que debemos establecer nuestro plan de escape. Las características del pavimento, el tráfico, las intersecciones, el clima, los conductores distraídos o en tensión, son solo algunos de los múltiples factores que debemos evaluar.
Por ello, como fruto de la experiencia, la mayoría de los motociclistas fogueados cuentan con algunos planes y estrategias establecidos para cada situación, por ejemplo pararse y tomar un café mientras llueve; circular mejor por las calles secundarias que en vías rápidas durante las horas pico, entre muchas otras tácticas. ¡Siempre hay opciones!
Ejecutar
Finalmente, y en cuestión de segundos, debemos tomar decisiones basadas en el sentido común y la precaución. El objetivo es que salgamos sanos y salvos, o bien que se reduzcan al mínimo los daños. Por ello, en todo momento debemos hacernos notar. No es ninguna noticia que casi somos invisibles cuando circulamos en nuestras motocicletas.
Ajustemos la velocidad (muchas veces es mejor escapar del peligro dejando a todos atrás) o simplemente detengámonos; anunciemos nuestros cambios de dirección o toquemos la bocina. Todo ello, incluso el gesto de agradecer la amabilidad de los otros conductores, nos puede ayudar a corregir nuestras fallas o las de los demás, pero sobre todo salvará nuestra vida y la de quien viaja con nosotros.
Por Jorge Covarrubias
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